La mejor parte del juego sin ninguna duda la banda sonora, de las mejores que he visto en muchos años, combinando música clásica con heavy metal ruso creado por Mick Gordon. Además consta de un estilo artístico único y una muy buena ambientación.

En cuanto a combate nada destacable pero cumple, siendo su punto más flojo la reducida movilidad del personaje. Este problema se traslada también al parkour, que es lento, tedioso y frustrante.
Otro elemento que también puede llevar a frustración es el looteo, ya que a pesar de contar con animaciones y sonidos muy satisfactorios, es extremadamente impráctico, siendo sumamente fácil pasar por encima de un armario y dejarte la mitad de items dentro.

El “mundo abierto” también deja bastante a desear, ya que implementa un sistema de sigilo muy aparatoso. Nos encontramos en un mapa lleno de enemigos y cámaras que nos pueden detectar con mucha facilidad pero sin contar con las herramientas necesarias para evitarlos, por lo que acabamos o luchando contra decenas de robots o escapando tan rápido como podemos.

El juego es mejorable en muchos aspectos pero pese a sus defectos ha resultado ser bastante entretenido, en gran medida gracias a su excelente dirección artística y banda sonora.