Bleak Sword is a dark fantasy action game tasking players to struggle across compact, cursed diorama battlefields. Through nine tense chapters, heroes must lift the curse of the legendary Bleak Sword by striking down all manner of creatures in every forest, swamp, castle, and dungeon on their journey. Invoke powerful magic, uncover helpful items, and level up your character to upgrade your stats before facing down menacing guardians. Once the curse has been lifted the challenging Arena Mode and thirty unlockable achievements await even the most accomplished warrior. Bleak Sword is designed to be able to play it easily with elegant controls allowing heroes to roll, parry, attack and counter-attack using basic movements on gamepads and touch controls. Scored by award-winning composer Jim Guthrie with sound by famed designer Joonas Turner.
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Aquellos títulos, con Nightshade (prodigio técnico de los hermanos Stamper, futura Rare) como máximo representante, simulaban las tres dimensiones desde la vista isométrica. Sus entornos eran reducidos y de navegación lenta por imposición tecnológica. Bleak Sword toma escenarios similares a aquellas mazmorras para convertirlas en arenas de combate en las que dar espadazos a hordas de enemigos. Un entorno reducidísimo que gestionar más como en Devil Daggers que como en el último God of War.
Lo curioso es que afronta su pequeño ring ofreciendo un cheque en blanco a la movilidad. El movimiento del avatar no es del todo preciso, pues solo se da con volteretas que cubren cierto espacio de terreno. Pero da igual, porque en la mayoría de juegos con un sistema de esquivas el jugador acaba reduciendo su movimiento a saltitos y volteretas. Bleak Sword castiga el abuso del ataque y no da demasiada recompensa al bloqueo, pero no pone límites al desplazamiento. Esto convierte un entorno a priori restringido en uno para la libertad y el aprovechamiento espacial.
Es una pena que esta manga ancha le reste una profundidad que el juego intenta suplantar con una variedad de enemigos y escenarios que pierde fuelle conforme pasan los niveles. Hay ideas (sobre todo ambientales) interesantes en la primera mitad que se olvidan del todo en la segunda. Y, sin embargo, me sale perdonarle esta falta de enfoque por demostrar que hay buenos videojuegos creados con el dispositivo móvil en mente. Valida una plataforma injustamente denostada.