Me flipa cuando apenas sé nada de un juego, lo empiezo sin saber ni yo por qué estoy jugándolo y acabo descubriendo un juegarral. Eso es Bramble: The Mountain King, el Little Nightmares creepy basado en el folklore sueco que no sabía que necesitaba, decimosexto jueguito pasado en lo que va de año 🍄

Recordaba haberlo visto en alguna conferencia hace mil y luego lo olvidé. Me llamó la atención su estética pero no sabía qué me iba a encontrar. Y me refiero a que empiezas jugando al escondite con gnomos pero el juego te da una patadón en la cara y empiezan a pasar cosas jodidamente creepys.

Entiendo que de primeras pueda no llamar la atención visualmente. Los moñecos están jodidamente mal hechos y las animaciones son de aquella manera, todo hay que decirlo. Pero es sorprendente cómo, siendo técnicamente pobretón, consigue ser vistoso, tanto en escenografía como en su narrativa.

Como digo, bebe muchísimo de Little Nightmares. Está construido a base de plataformeo, minijuegos y puzzles. Lo que no te esperas son todas las escenas que se vienen, cada cual más turbia que la anterior.

Además es cortito, apenas 5 horas. Jugadlo porque os va a dejar con el culo roto. Palabra.