Esta revisión de los dos primeros juegos de la saga Commandos (se eliminan cosas del segundo, al que se asemeja más en general, para que sea casi tan directo como el primero) quizá se antoje demasiado familiar para quien, como yo, haya jugado los originales. Aquellos títulos, estupendos, eran irregulares y problemáticos a nivel técnico. Había que tolerar, pero se hacía porque la experiencia propuesta era única y estaba muy conseguida. Y lo que viene a hacer Shadow Tactics es ofrecer esa misma experiencia sin aristas, sin puntos flojos, todo más redondo y aprovechando años de aprendizaje en diseño de nivel y otras disciplinas videojueguiles. Muy derivativo, ¿no? Por suerte, hay más.

Shadow Tactics posee dos elementos diferenciadores respecto a Commandos: las "Shadow Tactics" que dan nombre al juego, y el enfoque personal que cobra la narración. Lo primero es un sistema que permite almacenar las acciones a realizar de distintos personajes por separado para después ejecutarlas al mismo tiempo, y lo segundo una manera de conectar las misiones mediante sucesos que involucrarán emocionalmente a los personajes. El primer añadido debería ser gigantesco (por las posibilidades tácticas que abre) pero termina por ser mediano o pequeño, pues su empleo no suele ser necesario, pero el segundo, en teoría menos importante, cambia la manera en que procesamos nuestros actos, que terminarán por volverse cuestión personal, generando ese "efecto viaje" tan presente en videojuegos de aventura y que uno nunca esperaría en una propuesta así.

Reviewed on Jan 23, 2021


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