Aprender un idioma es complicado. No solo tienes que aprender la gramática y el léxico, sino que tienes que aprender, poco a poco, a formar frases. Conoces todos los componentes de lo que quieres decir, pero tienes que pararte a juntar las piezas con cuidado.
Jugar a Dishonored ha sido algo parecido.

No se me da bien el sigilo, ni la decisión de "cómo hacer algo o entrar a un sitio" cuando es excesivamente abierta, y no disfruto especialmente de jugar un juego en primera persona (y menos, con mando). En la primera sala del tutorial es donde más veces he muerto, por no ver bien que había unos pilares tras los cuales podría esconderme.
Y aun así, poco a poco, he ido aprendiendo a desenvolverme. Usando blink por los tejados y farolas, bajando cuando veía un objetivo claro, y no dejando más cadáveres que los que eran necesarios cuando era difícil volver a esconderse.

Otras personas jugarán con Dunwall como su patio de recreo de la muerte. Otras no serán vistas jamás, o se pondrán objetivos específicos sobre cómo hacer las cosas.
Yo lo he acabado como he podido (de una forma bastante aceptable, diría yo), y aunque todavía me cueste del todo encajar que "no hay forma correcta de jugar"... diría que encaja y todo.

Reviewed on Mar 01, 2021


Comments