Es un juego con una curva de dificultad curiosa, los primeros jefes son una locura y son los momentos más souls-like, luego ganas acceso a la "magia" del juego y haciendo uso de esta la dificultad disminuye bastante. Le pesan las secundarias, algunas son repetitivas y en otras la dificultad simplemente abandona el plano material para que sufras (especialmente las del post-game)

El desafío no solo radica en aprender patrones, si no que a diferencia de Ds aquí cobra más importancia conocer las debelididades de tu enemigo y usarlas en su contra (más similar en ese aspecto a lo que después haría Elden Ring)

La historia esta, no termina de ser tan emotiva o tocar la patata como el mismo juego espera, pero los personajes son carismáticos y les pillas algo de cariño, en este aspecto quizás le pese que el villano no deja de ser un "pinkfloi" de la vida con el que te acabas preguntando "¿Como semejante pringao' la ha podido liar tanto?"

Reviewed on Sep 30, 2023


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