A nice surprise that doesn't excel in anything but charms in almost everything it tries. It's obviously counting on the player liking the Roiland style of comedy, which everyone seems to hate and I get it; it's not innovative, edgy and so baroque and overwhelming that can throw you out in an instant. But I (most of the time) enjoy it.
The best way I can summarize this game is Ratchet & Clank meets South Park The Stick Of Truth without the polish of the first and the charm of the second, never getting into the brilliant moments they both have but maintaining a consistenly high bar where it tries to go.
As a shooter it expands and offers a balanced experience on the highest difficulty, level design is just okay and the worlds while looking very beatiful and expanding through new gadgets and habilities in a satisfactory way never earn a comeback for the lack of reward; in 2022 you can't pretend a player will collect cards without the game feeling incredible at your hands, and this is not the case. On the good side every weapon has its own function and style, lacking synergies but working as a refresher for the arenas not feeling all the same, and manages to build up to the last weapon feeling like Doom's BFG, which honestly feels as a reward and compensation for a finale that's anticlimactic but solid.
Good game; will not revolutionize anything but is a great addition to Game Pass and a nice adventure for the PS2 esque fans out there. With good pacing, almost no filler and a few well crafted parody levels that don't do anything new but work quite nicely.
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Una agradable sorpresa que no despunta en nada pero consigue ser carismático con prácticamente todo lo que intenta. Cuenta con la predisposición del jugador para disfrutar del estilo de la escritura de Roiland, que todo el mundo parece odiar y lo entiendo; está algo manido, es edgy y tan barroco que sobrepasa y puede echarte a poco que no le compres las primeras bromas. Pero, la mayor parte de las veces, me funciona.
La mejor forma de describirlo sin florituras es una mezcla entre Ratchet & Clank y South Park, sin el pulido del primero ni el carisma desbordante del segundo, no estando a la altura de los mejores momentos de ninguno de ellos pero sabiendo mantener el tono y la compostura en un estándar bastante alto en todas las direcciones en las que se propone ir.
Como shooter consigue expandirse a buen ritmo y se siente balanceado y justo, el diseño de niveles no está particularmente inspirado pero lo que tiene funciona y los mundos que plantea aun siendo siendo sorprendentemente detallados y bonitos tanto en lo artístico como en lo técnico (y abriéndose a través de nuevos gadgets y habilidades) no tienen alicientes de peso para recompensar una exploración que parece buscar y pedir; en 2022 no puedes pretender basar tu esquema de pseudo metroidvania en base a unos coleccionables sin importancia ni peso en lo jugable o narrativo si el control y la movilidad no son una justificación en sí misma. A pesar de esto todas las armas tienen su función y estilo, compensando lo que carecen de sinergias en servir como un revulsivo para que los enfrentamientos nunca resulten tan repetitivos como para cansar, y consigue una curva que culmina en un arma final reminiscente (directamente) al BFG de Doom que se siente tanto recompensa como disculpa por un nivel final anticlimático pero sólido.
Un buen juego que no revoluciona en nada pero es un agradecido añadido a Game Pass. Y en definitiva otra iteración de uno de mis géneros favoritos, los AA que podrían haber salido en PS2; buen ritmo, prácticamente carente de relleno y con varios niveles parodia que sin reinventar funcionan y enganchan.
The best way I can summarize this game is Ratchet & Clank meets South Park The Stick Of Truth without the polish of the first and the charm of the second, never getting into the brilliant moments they both have but maintaining a consistenly high bar where it tries to go.
As a shooter it expands and offers a balanced experience on the highest difficulty, level design is just okay and the worlds while looking very beatiful and expanding through new gadgets and habilities in a satisfactory way never earn a comeback for the lack of reward; in 2022 you can't pretend a player will collect cards without the game feeling incredible at your hands, and this is not the case. On the good side every weapon has its own function and style, lacking synergies but working as a refresher for the arenas not feeling all the same, and manages to build up to the last weapon feeling like Doom's BFG, which honestly feels as a reward and compensation for a finale that's anticlimactic but solid.
Good game; will not revolutionize anything but is a great addition to Game Pass and a nice adventure for the PS2 esque fans out there. With good pacing, almost no filler and a few well crafted parody levels that don't do anything new but work quite nicely.
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Una agradable sorpresa que no despunta en nada pero consigue ser carismático con prácticamente todo lo que intenta. Cuenta con la predisposición del jugador para disfrutar del estilo de la escritura de Roiland, que todo el mundo parece odiar y lo entiendo; está algo manido, es edgy y tan barroco que sobrepasa y puede echarte a poco que no le compres las primeras bromas. Pero, la mayor parte de las veces, me funciona.
La mejor forma de describirlo sin florituras es una mezcla entre Ratchet & Clank y South Park, sin el pulido del primero ni el carisma desbordante del segundo, no estando a la altura de los mejores momentos de ninguno de ellos pero sabiendo mantener el tono y la compostura en un estándar bastante alto en todas las direcciones en las que se propone ir.
Como shooter consigue expandirse a buen ritmo y se siente balanceado y justo, el diseño de niveles no está particularmente inspirado pero lo que tiene funciona y los mundos que plantea aun siendo siendo sorprendentemente detallados y bonitos tanto en lo artístico como en lo técnico (y abriéndose a través de nuevos gadgets y habilidades) no tienen alicientes de peso para recompensar una exploración que parece buscar y pedir; en 2022 no puedes pretender basar tu esquema de pseudo metroidvania en base a unos coleccionables sin importancia ni peso en lo jugable o narrativo si el control y la movilidad no son una justificación en sí misma. A pesar de esto todas las armas tienen su función y estilo, compensando lo que carecen de sinergias en servir como un revulsivo para que los enfrentamientos nunca resulten tan repetitivos como para cansar, y consigue una curva que culmina en un arma final reminiscente (directamente) al BFG de Doom que se siente tanto recompensa como disculpa por un nivel final anticlimático pero sólido.
Un buen juego que no revoluciona en nada pero es un agradecido añadido a Game Pass. Y en definitiva otra iteración de uno de mis géneros favoritos, los AA que podrían haber salido en PS2; buen ritmo, prácticamente carente de relleno y con varios niveles parodia que sin reinventar funcionan y enganchan.