Shinji Mikami ha vuelto, y de qué manera lo ha hecho. The Evil Within es un juego de horror, y es uno de los pocos títulos que de veras toma en consideración esa palabra mostrándonos un mundo terrorífico y desolado en el que debes sobrevivir. La clave de The Evil Within está en no prestarle mucha atención a la historia y a sus personajes, primero porque a fin de cuentas es muy probable que no entiendas nada de lo que está pasando ni siquiera al ver los créditos del juego, y segundo porque su personaje principal no colabora mucho a la hora de sumergirnos en el terror y la desesperación, aunque tenga un perfil muy bien desarrollado. El detective Sebastián Castellanos es extremadamente plano y no parece importarle mucho que haya miles de cuerpos mutilados en el suelo persiguiéndolo por corredores oscuros. Los personajes secundarios tienen un tratamiento similar y solo hay unos pocos momentos en los que es posible ver una reacción adecuada a la situación. El guion solo funciona a la perfección en la mente de su creador, y todo toma más sentido si se leen todos los textos que aparecen a lo largo del juego y se presta atención a cada detalle en cuanto a las historias origen de cada personaje que nos encontramos por el camino, sea enemigo o aliado. Sin embargo, la forma correcta de jugar The Evil Within es obviando todo lo anterior y disfrutar, ya que nada tiene sentido y nunca lo tendrá. El gameplay es bastante acertado, recurriendo al famoso over shoulder visto en RE4 con unos acertijos muy bien pensados. La variedad de armas es notable y esta vez habrá que cuidar muy bien las municiones, como todo survival horror que se respete. Es un juego bastante difícil y muchas veces solo seremos capaces de avanzar por una zona recurriendo a la prueba y el error, aprendiendo de las pantallas de game over y volviéndolo a intentar. Esta mecánica es un tanto rebuscada en algunas ocasiones y entorpece el disfrute, pero a fin de cuentas se termina aceptando porque caemos en cuenta que la idea es no equivocarse y ser recursivos prestándole atención a cada recoveco de nuestro entorno porque la solución siempre está a la vista. Posee alguno que otro problema de cámara y alguna que otra falla en cuanto a las decisiones de gameplay, cosa que se nota sobremanera en el enfrentamiento final, el cual pudo haber sido mejor desarrollado. Es un juego bastante sangriento, con un diseño de enemigos espectacular, y unos jefes con unas mecánicas tan memorables y creativas que inclusive aparecerán en nuestras peores pesadillas. Hace mucho no aparecía un juego como este. Es un juego que te acelerará el corazón, sin ninguna duda.