Una de las cosas que menos se comenta y que diferencia Space Harrier de sus imitadores es uno de los usos más expresivos de la cámara en videojuegos. Mover el stick cambiaba en un segudo la perspectiva. Tocabas tierra y la sensación de velocidad aumentaba con el horizonte a tu altura; subes y el campo crece, se amplia a vista de pájaro. Es el juego de cámara de Yu Suzuki lo que cohesionaba resto de elementos (su fantasía a lo flash gordon, su música melódica, sus suelos ajedrezados, sus ciudades imposibles en el horizonte...), sujetos todos a la sensación de velocidad conseguida. Porque bajar la cámara significa sacrificar claridad por emoción y cuando te dan la opción lo sientes como una temeridad. Son los videojuegos cumpliendo la fantasía de viajar a velocidades imposibles y meterte en un estado de reacción instintiva, donde acelerar se vuelve una necesidad y te ves esquivando cosas que no te explicas ni como. Estilo sobre sustancia en el mejor de los sentidos.

Reviewed on Feb 14, 2023


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