Rage Racer fue el primer juego de la saga de carreras de Namco al que he jugado. Su apartado visual se distancia de los juegos anteriores más coloridos, aproximándose más a una estética algo más realista, y por ello presenta tonalidades de color más apagadas, con una gran presencia de elementos grises y texturas más detalladas.

El juego cuenta con 4 circuitos que se irán repitiendo constantemente al ir avanzando de ligas, y, cuando ganamos en cada uno de ellos, obtendremos dinero con el que podemos comprar nuevos coches o mejorar los que ya tengamos disponibles. A medida que vamos avanzando entre las ligas deberemos ir actualizando los coches para poder estar a la altura de los demás competidores si queremos quedar entre las 3 primeras posiciones. Sin embargo, esta toma de decisiones sobre qué vehículo comprar o mejorar se convierte en una prueba de ensayo y error en la que tendremos que guardar la partida antes, porque, de no hacerlo, si compramos coches poco eficientes habremos malgastado inútilmente el dinero y tendremos que volver a jugar las mismas fases que hemos superado para recuperarlo y probar con otros.

Hablando un poco más acerca de los vehículos, en Rage Racer existen cuatro tipos de estos y elegir uno de ellos marcará enormemente la diferencia durante las carreras. El Gnade es con el que empezamos, es el único con la cualidad de ser equilibrado, y su manera más óptima de tomar las curvas es reduciendo la velocidad con antelación para girar mejor en ellas, pues, si decidimos derrapar, el coche dará unos frenazos que nos harán perder mucha velocidad. Los Lizard son de enorme aceleración, de manera que no pierden apenas velocidad a la hora de subir las cuestas, pero no giran demasiado bien y ello nos obliga a tomar las curvas con derrapes de aceleración (soltando el acelerador un momento, pulsar la dirección que queramos y volver a acelerar). Los Age son más lentos pero a la vez más fáciles de maniobrar y toman mejor las curvas, sobre todo si realizamos derrapes de freno (girar primero, después pulsar el botón para frenar y volver a pulsar el botón de acelerar). Y, por último, están los Assoluto, que son coches deportivos que alcanzan grandes velocidades.

Cabe decir que cada uno de los recorridos del juego está pensado para favorecer el uso de un tipo de vehículo específico, y esto es algo que no se explica dentro del juego, sino en el manual. El Gnade va bien en Mythical Coast al ser un circuito básico (aunque es preferible deshacerse de él en cuanto se pueda uno permitir adquirir otro coche), los Lizard tienen un mejor desempeño en Over Pass City por sus empinadas cuestas y curvas para derrapar, los Age se defienden mejor en Lakeside Gate por sus sucesiones de curvas, y, por último, los Assoluto son imprescindibles en The Extreme Oval para mantener la velocidad máxima durante largas rectas en las que tendremos que esquivar constantemente a otros vehículos, incluso a los que sacaremos una vuelta de ventaja. Sin embargo, aunque cada vehículo se adapte mejor a uno u otro circuito, es posible ganar las carreras si llevamos otro de ellos, pero no sin excepciones, pues sí o sí debemos llevar un Assoluto en The Extreme Oval o no alcanzaremos a nadie, así como también, si decidimos utilizar esta clase de vehículos en otra de las pistas, nos daremos cuenta de que, por mucha velocidad que puedan alcanzar, son terriblemente torpes en las curvas y en las cuestas, ya que están pensados para mantener la velocidad máxima constantemente en tramos rectos y curvas muy amplias.

También tendremos la posibilidad de poder elegir entre jugar con transmisión automática o manual, y esto supone una diferencia crucial en la jugabilidad. Resulta que el juego no quiere que te acomodes usando la automática, y por ello, utilizar la manual tiene ventajas, especialmente, en la fluidez de la conducción. Uno de los mayores ejemplos está en los derrapes, que, a la hora de terminar de ejecutarlos usando la automática, lo más probable es que notes una pérdida brusca de velocidad. Usando la transmisión manual tienes que tener muy en cuenta el velocímetro para saber cuando tienes que cambiar de marchas y sí, durante los derrapes tienes que bajar a menudo una marcha mientras tomas las curvas para poder salir de ellas con soltura, y vaya que sí se nota la diferencia. El hecho de que el juego quiere que salgas de tu zona de comfort sale a la luz por completo cuando, a la hora de subir ligas y comprar coches nuevos, algunos tengan únicamente transmisión manual.

Sin embargo, el título no se libra de algunos problemas:

- Tiene una curva de dificultad algo irregular, pues hay casos en los que se notan grandes subidas de ella de una fase a otra dentro de una misma liga.

- Existe la característica de que contamos con 5 reintentos por liga, y agotarlos todos supone que perdamos todo el progreso acumulado. Desgraciadamente, esta pierde todo su sentido cuando tenemos la opción de guardar y cargar la partida en todo momento sin que ello afecte a nuestro progreso.

- Tener que volver a jugar fases ya superadas como forma de ganar dinero y así mejorar los coches con el fin de reducir la dificultad del juego, y es un proceso tedioso que alarga innecesariamente el juego.

- Colisiones no muy bien realizadas, pues podemos, en ocasiones, atravesar a otros vehículos e incluso cabe la posibilidad de quedarnos atascados cuando impactamos contra ellos, lo que nos hace perder la velocidad en seco mientras que estos pueden recuperarla muy rápidamente de forma injusta. También puede ocurrir que la perdamos de golpe si, al girar en algunas curvas, se da el caso de que chocamos en sus paredes con la parte trasera de nuestro vehículo.

- El juego no es claro por sí mismo explicando algunos de sus conceptos y espera que hayas leído su manual a la hora de jugar. Por este motivo, en una jugada anterior, cometí el error de mejorar el Gnade a nivel 4, perdiendo todo el dinero que había acumulado, y esperando ganar con él en The Great Oval, lo que me llevó a tener que hacer grindeo tedioso para poder comprar otro coche mejor.

Rage Racer me parece buen juego. Tener que jugar solo en 4 circuitos puede parecer repetitivo, pero, aunque sean escasos, es realmente disfrutable que tengamos que dominarlos a medida que avanzamos de ligas y consigamos vehículos más potentes. ¿Y qué decir de su banda sonora? Me parece de las más redondas de toda la saga. Es tan buena que hasta los nombres de sus canciones aparecen en la secuencia de introducción del título y no hay ninguna que no quiera escuchar a la hora de jugar.

Reviewed on Jun 23, 2023


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