Es un paso adelante respecto al primer Outlast. No solo es consciente de los defectos del gameplay del anterior y propone variedad desde el primer momento, sino que pretende ser más redondo en todos los sentidos. Y es cierto que está lejos de ser una propuesta perfecta, como se puede ver en aspectos como la trama, la cual en ocasiones parece desorientada, advirtiéndose en un par de agujeros y en deus ex machina chirriantes. Pero pobre quien se quede en la superficialidad de defectos, porque a la hora brindar las sensaciones que su entorno y narrativa quiere, lo consigue. Outlast 2 tiene una de las ambientaciones más incómodamente deprimentes que he jugado. Cuando en el primero te mostraban la locura como resultado de los experimentos, aquí te sumergen en ella a través de alucinaciones liminales que se funden en la entristecida psicología del protagonista, dando vida a un trauma infantil que da profundidad al enfermizo cuento que se le plantea. Un cuento sobre un doloroso pavor a la infancia sobre trágicos filicidios en honor a un dios que ha sido malinterpretado hasta la paranoia por el propio miedo del adulto. Te das cuenta de que los experimentos de ciencia ficción que plantea en realidad solo son los de rebrotar el dolor negado de la niñez, y da mucho miedo. Outlast 2 tiene mucho más que decir de lo que alguna gente cree y vale la pena jugarlo con calma.

Reviewed on Aug 31, 2023


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