Las nuevas funcionalidades, son los que salvan al juego sin duda alguna, el juego en sí, se entiende que al ser tan antiguo y novedoso para la época, está muy bien, a día de hoy pues es lo típico, pero esta guay.

Pero el farmeo se vuelve ridículamente pesado, todo el rato, moviéndose de un lado a otro del mundo con 325434653 batallas por viaje, y no por tener más batallas se hace más difícil un juego, en mi caso concreto gracias al añadido de la autobatalla, mis protagonistas se dedicaban a atacar físicamente cada turno, y llegados a cierto punto de gameplay, todos los monstruos caían de un golpe, por lo que la dificultad es bajísima, de hecho los jefes, sin farmear se derrotan sobradamente, excepto el último, menos mal.

Por otro lado, el platino, facilísimo de conseguir, solo explorar todo y ya van saliendo las cosas.