Es divertido sin duda, pero también bastante tosco de manejar, sobre todo con algunas transformaciones. Me sorprende que niños en su día pudieran pasárselo, la verdad. A pesar de que los paquetes de salud abunden, las vidas se consiguen en zonas secretas, algunas bastante bien escondidas. Si mueres simplemente vuelves al inicio del nivel, pero no es poca cosa en según que niveles. Por el final incluso hay secciones con una carretilla que exigen lo suyo, sobre todo si eres un niño.

Con respecto al resto de apartados, la música está bien aunque repetitiva, y gráficamente aguanta sin ningún tipo de problema, aunque se vea viejito. Algo frustrante, pero divertido aun así.