Cuando comencé a jugar Klonoa, del cual no sabía absolutamente nada antes de probarlo, honestamente pensé que quizás esté juego no era para mí. No creo que los primeros niveles sean necesariamente malo, ya que me gusta los diversos caminos que tienen para conseguir todos los secretos, pero aún así me pareció un poco mediocre. No fue hasta que pelee contra el primer jefe que el juego comenzó a picar mí curiosidad.
Klonoa se presenta como un juego bastante sencillo y hasta ideal para un público infantil, pero a medida que el juego avanza, se vuelve progresivamente más exigente, hasta llegar a los últimos niveles, los cuales pueden convertirse en un total desafío en ciertos momentos, todo además acompañado por unos jefes muy buenos, entretenidos, y que también plantean un desafío relativamente elevado a comparación de las primeras pantallas del juego.
Es de público conocimiento dentro del fandom de Klonoa lo difícil que llega a ser el juego en su segmento final, y si bien reconozco dicha dificultad, considero que en general se mantiene dentro de un terreno bastante justo y satisfactorio una vez se logra superar. Tristemente, en esta parte final se encuentra también uno de mis grandes problemas con el juego, y ese sería las peleas finales y sus diversas fases. La pelea contra Ghadius es tediosa, aburrida y, en mí opinión, bastante injusta, lo cual me hizo tener un sabor algo amargo al terminar el juego.
Algo que pasé por alto hasta ahora es la historia del juego, la cual no considero nada demasiado destacable, pero que cumple bien su función. Eso sí, la cinemática final me sorprendió bastante, y me hizo tomarle mayor respeto al desenlace del juego.
Tras este final, y si tenemos todos los coleccionables necesarios, se desbloquea un nivel extra que me pareció una completa maravilla. Este último nivel es desafiante pero justo, sumamente entretenido, y hasta invita al jugador para intentar superarlo varias veces y completarlo cada vez más rápido. Me dejó una sensación muchísimo mejor que la pelea final del juego, y además también cuenta con una última cinemática que es bastante linda.
La primera entrega de Klonoa dista mucho de ser un juego perfecto, pero no puedo negar que a medida que iba avanzando, fue inevitable agarrarle un buen cariño a este juego.
Klonoa se presenta como un juego bastante sencillo y hasta ideal para un público infantil, pero a medida que el juego avanza, se vuelve progresivamente más exigente, hasta llegar a los últimos niveles, los cuales pueden convertirse en un total desafío en ciertos momentos, todo además acompañado por unos jefes muy buenos, entretenidos, y que también plantean un desafío relativamente elevado a comparación de las primeras pantallas del juego.
Es de público conocimiento dentro del fandom de Klonoa lo difícil que llega a ser el juego en su segmento final, y si bien reconozco dicha dificultad, considero que en general se mantiene dentro de un terreno bastante justo y satisfactorio una vez se logra superar. Tristemente, en esta parte final se encuentra también uno de mis grandes problemas con el juego, y ese sería las peleas finales y sus diversas fases. La pelea contra Ghadius es tediosa, aburrida y, en mí opinión, bastante injusta, lo cual me hizo tener un sabor algo amargo al terminar el juego.
Algo que pasé por alto hasta ahora es la historia del juego, la cual no considero nada demasiado destacable, pero que cumple bien su función. Eso sí, la cinemática final me sorprendió bastante, y me hizo tomarle mayor respeto al desenlace del juego.
Tras este final, y si tenemos todos los coleccionables necesarios, se desbloquea un nivel extra que me pareció una completa maravilla. Este último nivel es desafiante pero justo, sumamente entretenido, y hasta invita al jugador para intentar superarlo varias veces y completarlo cada vez más rápido. Me dejó una sensación muchísimo mejor que la pelea final del juego, y además también cuenta con una última cinemática que es bastante linda.
La primera entrega de Klonoa dista mucho de ser un juego perfecto, pero no puedo negar que a medida que iba avanzando, fue inevitable agarrarle un buen cariño a este juego.