Es un roguelite al estilo de los Zelda antiguos, pero parece que no quiere ser ni lo uno ni lo otro. Parece quiere que explores, pero te mete prisa, hasta el puto de mandarte a la mazmorra final a la fuerza cada cierto tiempo. No paras de recoger mejoras y armas que son supuestamente necesarias para poder vencer al boss pero luego son completamente inútiles, negando ya del todo el valor de la exploración. Al final, el loop jugable acaba siendo hacer las misiones secundarias justas para subir de nivel, ir a la mazmorra que toque (son todas iguales y facilísimas) e ir a morir contra un boss exageradamente fuerte después de unas horas. No sientes progreso, las runs son larguísimas sin motivo, los escenarios (sobretodo las mazmorras) se nota muchísimo que son procedurales hasta el punto que es incómodo moverse por ellos... Una gran decepción, la verdad.