Fear & Hunger es un juego injusto y brutal a partes iguales. No es para todo el mundo, pero seguro que hay un nicho que va a amar este juego. Su presentación es interesante, y ciertamente es lo que hace que lo recomiende. Al menos para probarlo.

No considero que su dificultad sea causada por un mal diseño, para nada. Al contrario, creo que encierra un mensaje claro y potente. Desde el inicio sabés que este es un juego que no te lo va a hacer fácil, y te pide que abandones bastante concepciones del género RPG por turnos. Cada pequeña victoria se siente como un gran paso. Cada vez que podés guardar la partida, conseguís una efímera pero necesaria sensación de seguridad.

Este juego me recuerda al primer Dark Souls en una forma muy particular. Y es la familiaridad que adquirís con los niveles sin la necesidad de un mapa o una guia. Aprendés estos lugares porque lo vas a necesitar si querés avanzar; el propio descubrimiento de mecánicas e interacciones son gran parte del juego. Y estoy seguro de que hay muchas cosas por descubrir.

Este juego no es para mi. No tengo intención de completarlo. Pero eso no me impide apreciar lo distintivo de Fear & Hunger.

Es un juego duro, con temáticas polémicas y bastante grotesco en más de un aspecto. Si eso no te supone un problema, puede merecer la pena que le des una oportunidad.