Lulua es... raro.
Como Atelier está bastante majo, los personajes nuevos no son destacables (especialmente Stia, que tiene un peso argumental muy grande para lo plana que es) y la unica que lleva realmente la batuta es Lulua, pero si es cierto que me mola que Lulua reflexione y cambie durante el juego, siendo el mejor punto el increible capitulo 8 por la cantidad de callbacks y reflexiones a las tres primeras protagonistas de la segunda mitad de la franquicia. Además de que el Achemyriddle es un concepto muy chulo como lo fue en su dia el Libro de Sophie.

Lo que más me rasca del juego sin embargo es que por mucho que se hayan esforzado en traer zonas y personajes, el juego no se siente tanto como uno de Arland en su corazón. El punto más claro es en el tercio final, donde el autor se fumó quince porros y empieza a hacer cosas fucky wucky. Si bien mola un carajo, estos giros se me hacen extraños en un arco tan costumbrista como puede ser el de Arland, donde lo más extraño que hemos visto era un golem muy grande y un dragón de lava. Tambien añado que este arco final se basa en una relación bastante forzada entre dos personajes, y hubiera preferido que se hubiera cocinado la cosa de forma más lenta, pero que sabré yo.

Pero me ha gustao, ver a Rorona, Sterk y el resto de peñita guapa tras mucho tiempo ha estado guay. Además, saben que Orthogalaxen es uno de los nombres más guapos que ponerle a una mazmorra y han decidido expandir su lore, bien hecho por esta vez, Gust.