Años esperando poder jugar Like a Dragon: Ishin! Un título del que tenía muchas esperanzas y una expectativas elevadas, las cuales, en su mayoría, las ha cumplido, pero también ha decepcionado en otras pocas.
A nivel narrativo es de lo mejor que uno se puede encontrar a día de hoy, es cierto que la trama a veces da la sensación de estar artificialmente alargada, pero todo los capitulos de la historia, con sus más y sus menos, consiguen darte algún momento clave y atraparte para seguir jugándolo.
Jugablemente el juego es correcto, al igual que en el apartado gráfico se le notan las carencias y se siente más como un remaster de un juego de PS3, ya envejecido, que como un remake que tratan de vendernos. En muchos sentidos, sobretodo en los menús y las ventanas se siente un juego tosco, pero aún así no deja de ser divertido.
Otro punto genial que nos trae el título es la enorme cantidad de minijuegos y secundarias, los cuales son muy variados y atrapan muchísimo, aunque tal vez hubiese agradecido tener menos misiones secundarias o al menos con más peso a nivel de desarrollo del personaje.
Técnicamente, aparte de su apartado gráfico justo el cual se siente como un juego de mediados de la generación anterior (PS4/One) sí que se siente algo mediocre el tener las escenas limitadas a 30 frames, tener un stuttering elevado en zonas cargadas independientemente del ordenador que poseas o que haya glitches en escenas.
Ya por último quiero destacar además de su argumento y narrativa la banda sonora, la cual roza el sobresaliente con unos temas perfectamente sincronizados con la ambientación y a cada escena. Los combates finales perderían mucho de no ser por los maravillosos temas que suenan.
En definitiva, Ishin! es un título que he disfrutado muchísimo de principio a fin, no me he parado a realizar el 100% ya que necesita una cantidad ingente de horas innecesarias, pero sí que he completado el 90% de las misiones secundarias y todos los minijuegos, además de relaciones y la propia historia a lo largo de las 42h que me ha durado. Me parece un juego muy recomendable, pero hay que ser consciente de que se siente como un título de hace 8 años, tanto para bien como para mal.
A nivel narrativo es de lo mejor que uno se puede encontrar a día de hoy, es cierto que la trama a veces da la sensación de estar artificialmente alargada, pero todo los capitulos de la historia, con sus más y sus menos, consiguen darte algún momento clave y atraparte para seguir jugándolo.
Jugablemente el juego es correcto, al igual que en el apartado gráfico se le notan las carencias y se siente más como un remaster de un juego de PS3, ya envejecido, que como un remake que tratan de vendernos. En muchos sentidos, sobretodo en los menús y las ventanas se siente un juego tosco, pero aún así no deja de ser divertido.
Otro punto genial que nos trae el título es la enorme cantidad de minijuegos y secundarias, los cuales son muy variados y atrapan muchísimo, aunque tal vez hubiese agradecido tener menos misiones secundarias o al menos con más peso a nivel de desarrollo del personaje.
Técnicamente, aparte de su apartado gráfico justo el cual se siente como un juego de mediados de la generación anterior (PS4/One) sí que se siente algo mediocre el tener las escenas limitadas a 30 frames, tener un stuttering elevado en zonas cargadas independientemente del ordenador que poseas o que haya glitches en escenas.
Ya por último quiero destacar además de su argumento y narrativa la banda sonora, la cual roza el sobresaliente con unos temas perfectamente sincronizados con la ambientación y a cada escena. Los combates finales perderían mucho de no ser por los maravillosos temas que suenan.
En definitiva, Ishin! es un título que he disfrutado muchísimo de principio a fin, no me he parado a realizar el 100% ya que necesita una cantidad ingente de horas innecesarias, pero sí que he completado el 90% de las misiones secundarias y todos los minijuegos, además de relaciones y la propia historia a lo largo de las 42h que me ha durado. Me parece un juego muy recomendable, pero hay que ser consciente de que se siente como un título de hace 8 años, tanto para bien como para mal.