Segunda vez que lo juego, y segunda vez que me quedo realmente impresionado a pesar de sus asperezas.

Llegué a él demasiado tarde para tener el cariño nostálgico que tengo con otras aventuras de Lucas, pero es un juego que me inspira bastante respeto por la manera en la que consigue contar una verdadera epopeya de una manera que es bastante inhabitual en el género. Es a la vez una parodia muy graciosa del género noir y una de las mejores historias de este tipo que conozco. Su mundo y sus personajes repiran pesonalidad y cárisma de una forma totalmente única que basta para justificar su puesto de icono del videojuego.

Es tan potente que consigue depasar todo lo que ha envejecido mal, que es bastante. Es un juego hijo de esa época incómoda de principios del 3D cuyas limitaciones son mucho más notables hoy en día que las de la mayoría de juegos 2D. El Remaster arregla uno de estos problemas, los controles, pero el sistema de inventario y la exploración de los escenarios siguen siendo aspectos engorrosos que provocan que cueste experimentar de una manera necesaria en una aventura gráfica. Me he vuelto lo suficientemente competente en el género estos últimos años para resolver muchísimos más puzzles por mí mismo que en mi primera partida, pero aún así hay algunos que acabas mirando porque el simple hecho de probar soluciones es demasiado pesado para que tengas la paciencia de quedarte atascado. En ese sentido noto mucho la falta de un sistema de pistas en el remaster (algo que cualquier aventura gráfica debería proponer, tras Return to Monkey Island lo tengo clarísimo).

Y aún así me parece un juego impresionante al que sé que volveré. Tiene ese toque de auténticas obras maestras que lo hace realmente especial, aunque sea una pena que incluso el remaster siga siendo menos accesible de lo que podría.

Reviewed on Mar 31, 2023


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