Bueno, al fin jugué y terminé el famoso Ocarina of Time. Lo habré empezado y abandonado tres o cuatro veces. Terminé jugando la versión de Nintendo 3Ds. Como siempre, me gusta escribir mucho algo que nadie va a leer, pero la versión corta es que me parece un juego precioso en muchísimos aspectos, con un enorme impacto cultural en el mundo de los videojuegos y en la saga de Zelda puntualmente; pero como videojuego en sí, a mí me lo condicionó -y arruinó por momentos- lo tosco y problemático que es el gameplay -más puntualmente, la cámra-. Antes que nada, entiendo que es un juego de 1998 y por más adelantado que haya sido a su época, uno no le puede exigir cuestiones que claramente se fueron desarrollando más adelante en la industria. Pero en definitiva, vamos primero con lo malo del juego y después con todo lo bueno.
Lo malo
Lo que decía, el manejo de la cámara para mí lo convierte en verdaderamente injugable por momentos. Es cierto que la N64 solo tenía un stick analógico y que el manejo libre de la cámara se fue incorporando más adelante en los videojuegos. Pero yendo a la práctica, tal vez la ambición de hacer uso del espacio 3D “libremente” en ese momento, fue más de lo que podían. La mecánica de resetear la cámara con un botón me pareció muy poco práctica y podría “ceder” en eso si funcionara bien; pero la realidad es que encima es muy defectuosa. En áreas abiertas, dentro de todo safa. Pero en los dungeons y áreas cerradas en general -que son la mayor parte del juego-, se convierte en un verdadero problema. Ni hablar en las secciones de puzzles o de tiempo limitado en las que tenés que hacer maniobras específicas. Por ahí esto es problema específico mío, pero había momentos que me terminaba doliendo la vista y mareando un poco la cámara tan errática. Más allá de la habilidad de cada jugador, creo que la cámara es un lastre enorme en este juego y, por lejos, lo que más condicionó mi experiencia jugándolo. Y la verdad me da lástima, porque tenía muchas ganas de disfrutar este juego del que tanto había escuchado y que tantos tienen como de los mejores de la historia, pero terminé completándolo por amor a la saga de Zelda más que por diversión en sí con el juego. Aunque dicho esto, eso también habla bien del juego: a lo que voy es a que a pesar de lo frustrado que estaba con la cámara, renegando a cada rato, no quise abandonarlo porque el ambiente general y sensaciones que transmite este juego son geniales. Después habrá otras cosas que no me gustaron, pero son las menos. Capaz algunas mecánicas lentas o poco prácticas de aplicar (y eso que tengo entendido que la versión de 3Ds mejoró bocha de cosas respecto la de N64). A veces se me hacía un plomo la completa falta de guía en cuanto a por dónde seguir, aunque eso es moneda corriente en la saga; y parte de su atractivo también.
Lo bueno
Dicho todo lo demás, el juego es hermoso. No se cómo explicarlo puntualmente, pero te transmite en todo momento una sensación de nostalgia (y no por haberlo jugado antes) por ese mundo de Hyrule, sus personajes, sus vínculos. A nivel gráfico, la versión de 3Ds hace un trabajo genial como remasterizado de la versión original: las texturas mejoran muchísimo respecto a la de N64 (que estaba bien para su época). La historia es muy clásica de la saga: el ida y vuelta entre presente y pasado está bueno, Link y Zelda separados y unidos a su vez a través del tiempo, los vínculo que Link va a haciendo a lo largo del viaje con los Sabios, todo eso me encantó y fue lo que realmente hizo que no abandonara el juego. La música es una maravilla. Sin palabras lo genial que es. Aparte el uso que hacen de la música incorporándola al gameplay usando la Ocarina, le da un toque extra. El tema de “Gerudo Valley” es de los mejores que he escuchado en videojuegos, icónico. El gameplay no lo puedo juzgar como bueno o malo ya que como decía antes a mí me resultó horrible pero por la cámara, no por el gameplay en sí. Tal vez si hubiese tenido cámara libre bien hecha o directamente cámara fija, era otra la experiencia. Está bueno la cantidad de accesorios que vas consiguiendo durante el viaje y cómo cada uno te permite sus cosas específicas. Aunque incluso teniendo los atajos en esta versión, a veces es un garrón estar a cada rato cambiando desde el menú.
En fin, me queda una sensación muy mezclada con este juego. Para mí es más el impacto cultural que tuvo -merecido en muchos aspectos- que un buen juego en sí. Incluso habiéndome gustado muchas cosas, si un juego no te da una buena experiencia en la parte de juego en sí -en criollo, manejar al personaje- a mí me resta muchísimo eso. Pero bueno, entiendo lo que significó en su época en muchos aspectos en los que innovó y a su vez en lo icónico que es dentro de la saga de Zelda. Tengo entendido que el remaster de Majora’s Mask para la 3Ds sí mejoró el tema de la cámara, así que veremos si sigo por ese.

Reviewed on May 24, 2024


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