This review contains spoilers

Nuestra historia de hoy comienza a lomos, bueno, mejor dicho, a tablas de un barco. Nuestro protagonista es un pescador varado en unas extrañas aguas rodeadas de islas y dirigidas por un enorme faro vigilante que todo lo ve.

El pescador deberá recuperarse, reparar su barco y ofrecer a esas buenas gentes que lo han recogido, tan amablemente, un sustento que llevarse a la boca: el pescado. La misión es sencilla y apacible: salir con el barco a alta mar, pescar todo lo que quepa en las redes y en el almacén, venderlo y vuelta a empezar.

Una tarea fácil y tranquila la que se nos presenta en Dredge.


Pescando a la luz de luna

Una tarea ¿Fácil? La verdad es que no. A la que cae la noche, la cosa empieza a cambiar, lo que eran aguas en un momento tranquilas y mansas se convertirán en un terreno que se empeñará en matarnos.

Bestias feroces, monstruos apestosos y con varias extremidades… seres antediluvianos que, todo hay que decirlo, los gerentes de las pescaderías nos los pagarán sorprendentemente bien.

Pero, ¿Qué es toda esta locura? Por qué los habitantes de las islas son tan peculiares, todos parecen que ocultan algo. Empezando por la farera, esa mujer menuda y de mirada inquisidora que nos juzgará en cada acto que tomemos. O los sectarios, escondidos en una isla recóndita, adoradores de algo oculto pero extrañamente bien aceptados por todos los demás habitantes.

Todos y cada uno de los personajes que nos encontremos, parecerá que ocultan algo. Todos tienen motivos ocultos en las tareas que nos encomendarán, porque esa es otra de nuestras misiones: atender a los habitantes en sus problemas e intentar resolverlos.

¿Y Cuáles serán los problemas de estas buenas gentes? Pues en su mayoría serán objetos perdidos en el océano, reliquias antiguas y de inconmensurable valor, tesoros antiguos arrastrados por la marea… Aquí es cuando encontramos sentido al nombre del juego Dredge (Dragada)

Nuestro pescador deberá dragar todo el fondo del océano en busca de esas reliquias, pero también en busca de materiales para reparar su barco y de tesoros perdidos para el joyero.
Yo solo venía a Pescar

En nuestras jornadas de pesca y dragado iremos descubriendo lo que de verdad nos quiere contar este juego. Y es que, si has llegado hasta aquí, es porque lo oculto, te apasiona y los dioses primigenios te llaman.

Dredge está basado en su mayoría en los relatos de H.P. Lovecraft, en ese terror cósmico y miedo a lo desconocido. De esa perdida de locura casi incapacitante de no saber muy bien qué es real y qué no lo es.

Nuestro protagonista también la padece; al caer la noche las sombras y la niebla nublarán su mente, no sabiendo muy bien si lo que ha visto es real o fruto de su imaginación. ¿Cómo saber qué es real y que no cuando todo parece una locura? Avanzando, descubriendo historias, conociendo a gente que le des nublen, su mente turbada y sobre todo, descansando mucho. Unas 8 horitas de sueño reparador curan todos los males. (Al menos en el juego).

Durante el juego, y mientras vamos avanzando en su historia, el pescador irá encontrándose botellas con mensajes en su interior. Estos mensajes son cartas perdidas que nos irán dando pistas hacia donde van los meros (iba a decir tiros, pero ya sabéis, pesca, pescado… mero). Y es que no hace falta ser todo un experto en la materia, ya la primera noche nos damos cuenta de que algo no va como debería y todo se centra en el pescador.
El noble arte de la pesca
Ay, la pesca, qué maravilloso hobby. Yo la descubrí de pequeñita con mi yayo. Yo siempre he sido muy des inquieta. Nerviosa, revoltosa y de no parar quieta. Pero ir a pescar o ir por cangrejos me calmaba.

"Debes tener paciencia, las truchas te ven" me solía decir mi yayo. Y es que podíamos estar todo el día, mirando el agua de la presa del rio, a ver si picaba algo.

En Dredge la paciencia no viene dada por el tiempo, ya que veremos las zonas marcadas para donde debemos tirar la caña. La paciencia en este caso es de tener unos nervios de acero y controlar las pulsaciones del mando para que casen con el marcador de la pantalla.

Pero bueno, si lo nuestro no es pescar, podemos optar por las redes y ale, arramblar con todo lo que caiga, aunque no sea mucho. Y también tendremos cangrejeras, aquí sí que deberemos tener paciencia e ir mirándolas de tanto en tanto para ver qué bestia cangregil ha caído.

No obstante no todo van a ser desafíos, en Dredge también podemos tomarnos un descansito y descubrir el mapa y sus secretos cargados con una cámara de fotos. O echar un ojo a la enorme enciclopedia que iremos rellenando nosotros con los ejemplares que pesquemos y su localización así como sus formas siniestras.

Y es que todo en Dredge hace que te sumerjas en la atmosfera de sus aguas. Puede haber algún sustillo, pero son minúsculos e insignificantes comparados con las horas de juego, pesca y tranquilidad que dan sus aguas. ¿Alguna vez habéis navegado junto a ballenas? En Dredge es posible.

Y tu querida o querido lectorcillo, ¿Os apuntáis a una jornada de pesca llena de misterios y bestias acuíferas por un lugar lleno de secretos?
Reseña completa en: https://istharvega.com/hablemos_Dredge.html

Reviewed on Feb 23, 2024


Comments