Un clásico de una saga tan clásica. El tercer Zelda que juego y sigue teniendo esa sensación tan mágica. Me encantan los elementos que lo rodean. Incorpora muy bien todo lo grande que hace al viaje de un héroe. Además, es acompañado por un gran elemento, la ocarina. La música, cómo todo Zelda, es una delicia. Permite que una mecánica se vuelva tan memorable.

La historia, como en toda la franquicia, toca los mismos elementos, pero juega con ellos de una manera muy especial. El poder viajar en el tiempo y conocer la evolución del lugar permite que el jugador conozca las consecuencias del gran poder que Ganondorf tiene. Ante esto, es indispensable utilizar la ayuda de Sheik, Navi y la espada maestra para regresar el orden a Hyrule.

Siempre me parece hermoso poder ver la dinámica de Zelda y Link en cada juego. Un amor que persistirá por el tiempo en sus distintas iteraciones.

En general, Ocarina of Time me parece una gran forma para entender la gran evolución de los videojuegos, a nivel tecnológico, y como pudo aprovecharlo para contar esta historia que, después de 24 años, sigue cautivando a muchos y que, paga varios, se corona como uno de los más grandes del videojuego. En mi opinión personal, veo ciertas cosas que no han envejecido tan bien y que juegos como Breath of the Wild han mejorado; sin embrago, mi total respeto y admiración siguen ahí para esta obra que, en 1998, deslumbró a todos y que les permitió tocar la Ocarina y viajar en el tiempo.

¡Hasta luego bosque de los Kokiri! Te extrañaré.

Reviewed on Apr 29, 2022


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