Si algo me ha impedido hasta ahora dedicarle unas palabras al primer Megaten, ha sido no conocer su otra faceta, su Second Quest, accesible tan solo mediante su final y, claro, mediante una tanda nueva de posibles contraseñas.

Así que ha pasado un tiempo y sin embargo recuerdo perfectamente las diferentes sensaciones que provocó toda la larga experiencia desde empezarlo hasta llegar a Lucifer. Especialmente la sensación de que el juego te detesta, ya que las pantallas de Game Over van evolucionando progresivamente, presentándote a diferentes demonios a enfrentar, los más jefazos, y ninguno tiene nada bonito que decirte. Dado el ya ampliamente conocido sistema de negociación que poseen los juegos de esta saga, perfectamente estos demonios más poderosos, siervos de Lucifer, podrían llevar el sobrenombre de "Los Innegociables". Así de poderosos son: se esconden de ti sin embargo, pero no por miedo, sino con el convencimiento de que lo único que necesitan destruir de ti, más que tu voluntad, es tu paciencia. (Además que en cierta forma tú eres el terrorista, y puede que los ciudadanos hagan la vista gorda, pero los jefes no van a negociar con alguien como tú.) Es su manera de responder a quienes les desafían, y resulta un comportamiento completamente acorde (y errático) a la naturaleza de los demonios, ya que nunca sabes qué esperar de ellos. Ni en negociaciones, ni en combate: no desean que entiendas su forma de ser, tratando de herirte con palabras aparte de físicamente.

Si acaso, en la mencionada Second Quest espero esta clase de comportamientos pero elevados al cubo. Algo llegué a observar y puedo afirmarlo.
Tengo ganas de volver a repetir la experiencia, sea de la forma primaria o secundaria, en un futuro. Nicom, Mazurka, Infini, el Infierno... es muy difícil olvidar lugares así, y los pocos remansos de paz que podías llegar a encontrarte durante el viaje. Un viaje necesariamente cartografiado, importante apunte, porque pasado un puñado de horas de juego, éste va aumentando de tamaño hasta llegar a un punto donde se vuelve inquietante si no sabes por donde vas.
Me faltaría multitud de detalles de los que hablar, detalles que recuerdo sobre el propio sistema de negociación y ciertas normas por las que se rige este primer Megaten y sus demonios, pero por lo menos quería escribir esto como constatación de que, por mucho que haya pasado más de un año desde que lo terminé, es una experiencia con mucho peso. Una experiencia a la que aún hoy sigo asociando muchos nombres: Cerberus, Full Moon, Minotaurus, Lucifer, Loki, makka, Nicom, Mazurka, Nekomata, Auto-attack, fusion, Thor, HP, MP (sobre todo MP porque no hay objetos que lo repongan), gnome...

Si hay al menos un videojuego al que pueda tachar de memorable por una multitud de detalles como éstos, este es el juego.

Reviewed on Jun 24, 2024


Comments