Después del primero me quedé con ganas de probar la otra entrega, y la verdad es que cambia en muchos aspectos.

Me ha ganado como cambia la jugabilidad cada poco, manteniendo sus referencias a muchos géneros.

Pero uff, había partes muy tediosas y que se hacían muy repetitivas. Daban unas ganas tremendas de cerrar el juego y no volver a tocarlo.

Aun así, ha valido la pena llegar hasta el final y son de estos juegos que recuerdas con cariño por lo creativo y distinto que son.