13 Sentinels: Aegis Rim es una mezcla de prácticamente todo lo que se te ocurra a nivel de historia de ciencia ficción y, aunque pensándolo de un modo un tanto jocos pueda ser meter cualquier idea que se les ocurra a los responsables del juego en Vanillaware, como si de una batidora se tratase, el resultado es más que notable.
La premisa trata de un grupo de chicos que pilotan robots gigantes para defender la ciudad de oleadas enemigas de Kaijus. Para ello cuenta con una parte dedicada a la historia y otra a su parte más jugable, aunque claramente el grueso del juego es su narrativa.
En cuanto a todo lo que cuenta es fascinante, al ir alternando entre varios personajes el juego da muchas, pero que muchas piezas de un puzle gigante que poco a poco vas encajando y, a la vez, dando ciertas volteretas por el enésimo giro de guion que hay al ir descubriendo más cosas sobre el mundo y su trasfondo.
Puede ser un tanto desesperante mantener una conversación en este juego puesto que suelen dar información poco a poco y toca pulsar y seleccionar ciertas opciones que casi podría ser más automático, pero es que básicamente lo único que hay que hacer en su parte de historia.
Es muy interesante como cada protagonista tiene una parte muy concreta donde moverse y que volver a visitar para cambiar de opciones y descubrir más información usando lo que va aprendiendo y que, además, se note que todos están conectados con su propia importancia.
En cuando a los combates son bastante más entretenidos de lo que parece pero sin tirar cohetes. Hay que elegir los centinelas acordes a la oleada que se espera y se pueden potenciar sus atributos y habilidades para defender la unidad central durante unos minutos.
Hay enemigos de todo tipo para saber que no todos los mechas funcionan por igual, y que hay que pensar un poco en la formación antes de ponerse a disparar misiles a lo loco ya que además, hay un consumo de puntos y vida que tener en cuenta durante la defensa de la ciudad.
Sin embargo no va mucho más allá. Es un mecanismo útil para darle más importancia a la historia y que haya algo diferente a la novela visual que es, pero está claro que si te atrapa el juego es por todo lo que cuenta y como lo cuenta.
La premisa trata de un grupo de chicos que pilotan robots gigantes para defender la ciudad de oleadas enemigas de Kaijus. Para ello cuenta con una parte dedicada a la historia y otra a su parte más jugable, aunque claramente el grueso del juego es su narrativa.
En cuanto a todo lo que cuenta es fascinante, al ir alternando entre varios personajes el juego da muchas, pero que muchas piezas de un puzle gigante que poco a poco vas encajando y, a la vez, dando ciertas volteretas por el enésimo giro de guion que hay al ir descubriendo más cosas sobre el mundo y su trasfondo.
Puede ser un tanto desesperante mantener una conversación en este juego puesto que suelen dar información poco a poco y toca pulsar y seleccionar ciertas opciones que casi podría ser más automático, pero es que básicamente lo único que hay que hacer en su parte de historia.
Es muy interesante como cada protagonista tiene una parte muy concreta donde moverse y que volver a visitar para cambiar de opciones y descubrir más información usando lo que va aprendiendo y que, además, se note que todos están conectados con su propia importancia.
En cuando a los combates son bastante más entretenidos de lo que parece pero sin tirar cohetes. Hay que elegir los centinelas acordes a la oleada que se espera y se pueden potenciar sus atributos y habilidades para defender la unidad central durante unos minutos.
Hay enemigos de todo tipo para saber que no todos los mechas funcionan por igual, y que hay que pensar un poco en la formación antes de ponerse a disparar misiles a lo loco ya que además, hay un consumo de puntos y vida que tener en cuenta durante la defensa de la ciudad.
Sin embargo no va mucho más allá. Es un mecanismo útil para darle más importancia a la historia y que haya algo diferente a la novela visual que es, pero está claro que si te atrapa el juego es por todo lo que cuenta y como lo cuenta.