No puedo evitar sentir cierta decepción tras pasarme The Last Case of Benedict Fox y además con mucha pena. Tiene una premisa simple e interesante, unos escenarios geniales y el trasfondo que todo fan de dimensiones y seres de locura encontraría atractivo.

Sin embargo, hay muchas decisiones cuestionables que empiezan a empañar la experiencia poco a poco, aunque quizás sea totalmente intencionado para hacer que el viaje hacía la desazón más realista, je.

No, en serio, por un lado el combate como mecánica básica está bien, pero hay momentos en los que es terriblemente injusto sin avisar, enemigos justo al cruzar una puerta o que atraviesan parte de una pared y te pegan, jefes donde un golpe es muerte y empezar desde el principio, los enemigos voladores en general.

Vale que conforme vas mejorando al protagonista algunas se mitigan pero es frustrante cuando mejorar todo al máximo te sigue causando frustración para pelear contra ciertos enemigos normales porque siempre tienen algo para hacerlos molestos.

Y esta es la gran pega en general, que no da la sensación de que las decisiones hayan sido así, sino que, son fruto de no saber balancear los elementos del juego. No es poner a los enemigos en puntos estratégicos y dar algo de información y medios fáciles de entender para lidiar con ellos.

Tampoco es poner áreas enormes que explorar sin puntos de control porque moverse es tremendamente rápido y ágil. Ni pretender que algunas soluciones a puzles impliquen probar cosas completamente fuera de la intuición.

Los enemigos están ahí viéndote acercarte pero la pantalla no te los muestra y te llevas el golpe nada más llegar, la ubicación de algunos implica no poder esquivarlos o huir rápidamente para pensar una estrategia, por lo que morir y volver al mismo sitio puede ser un suplicio.

Además no siempre se puede usar el poder que te permite moverte más rápido o es un pelín puñetero y requiere estar en puntos concretos para sacarle partido.

Menos aún hacer que todo sea críptico para dar una falsa sensación de misterio y dificultad. No, todo esto son malas decisiones a la hora de hacer el juego que en conjunto lastran una experiencia cuyos bugs son la guinda que como te pille a contrapié puede ser caldo de cultivo de dejarlo a medias.

Aunque la premisa sea interesante, la manera de narrarla tampoco es gran cosa pero al mantener el rollo esotérico gana gracias a una ambientación y arte que le sienta como un guante.

No es que uno quiera ser agorero pero me parece bastante acertado que este sea el ÚLTIMO caso de Benedict Fox (a pesar de la escena final) porque o mejoran muchísimo o no se si alguien va a querer más.

Reviewed on Jul 04, 2023


Comments