Stray es un juego que mezcla momentos de sigilo, persecuciones, puzzles y hasta aventura gráfica. El principal atractivo del juego es ser un gato y hacer que te sientas como tal. Añade movimientos y características propias de los gatos, como arañar alfombras, puertas o sillones, maullar, tirar objetos que están en superficies altas o hasta agazaparse y tirarse en el suelo al tener una "prenda" puesta.

Obviamente al ser un gato, la cámara está adaptada a ello y está bajo ese punto de vista: personas más altas que tú, edificios enormes... pero aún así todo perfectamente diseñado para que puedas llegar a cada rincón, ya sea saltando de tejado en tejado o entrando en lugares estrechos. Dicho así parece que el juego te deja libertad para explorar, ¿no? Sin embargo, a pesar de esto, Stray es más lineal de lo que imaginamos. Todo tiene una estructura limitada y directa, pero esto no impide para nada disfrutar del juego.

Visualmente es maravilloso con estética cyberpunk basada en ciudades asiáticas y con un muy buen ambiente que encaja perfectamente con la historia del juego. La banda sonora acompaña muy bien dependiendo de dónde estemos o de lo que pase en ese momento, pudiendo pasar de momentos relajados hasta momentos de tensión.

Stray es un juego que me ha sorprendido muchísimo por la forma en la que consigue atraparte. Es muy bonito, entrañable y consigue que cojas cariño muy rápidamente a los personajes principales. Aunque sea un juego corto y lineal, se nota que está hecho con muchísimo amor y no te decepciona.
Si te apasionan los gatos, no dudes en comprarlo ♡.