Del mismo modo que todos los caminos conducían a Roma, todos los juegos wholesome parecen confluir a una misma dirección repleta de azúcar, especias, y muchas cosas bonitas. Abstrayendo la realidad que conocemos para sustituirla por un espacio de confort, accesibilidad y música lo-fi que sirva para estimular el cerebro y mantenerlo en estado de trance. En un espacio estático y gris, dejando que la creatividad emergente sea capaz de obrar resultados fehacientes, antes que queden aparcados en un rincón de la imaginación hasta expirar por inactividad. Hay quienes consiguen concentrarse al instante y otros que se distraen mucho y necesitan un empujón de vez en cuando para sentirse vitales. De todo esto va la obra primeriza de Spellgarden Games y su espíritu artemaníaco, que raro sería, no os haya cautivado en algún periodo de vuestras vidas.

'Sticky Business' propone montar nuestro propio taller de creación de pegatinas cuquis y motivacionales, que serán compradas por gente virtual necesitada de soslayar sus vicisitudes de primer mundo. Su mayor virtud está en las facilidades que ofrece para construir dichas pegatinas con elementos predefinidos, una interfaz simple de entender y maniobrar, y obviamente la estética pixel-art y colores cálidos que amilanen el alma de los receptores. Con muy poco esfuerzo se puede tener una pegatina capaz de causar sensación en tu tienda virtual, y una vez impresas en cartulina (ahí intentando encajar todas las que se puedan en un folio A4), tendrás que empaquetarlas y enviarlas según los encargos que lleguen a tu tienda. Algunos clientes incluirán mensajes en sus comandas sobre cómo han descubierto la tienda y lo mucho que les han ayudado las pegatinas para tirar hacia adelante como los de Alicante. Un poco para endulzar el día y hacer que te sientas mejor por hacerles la vida más llevadera.

Este será el único contacto que tendrás con ellos a lo largo de la partida, porque tal cómo acostumbran los juegos wholesome, no existe una progresión como tal que altere dramáticamente los acontecimientos y rompa esta fachada bienqueda que hay montada. ¿Riesgo de llevar el negocio a la ruina? Ninguno. ¿Provocar el descontento de tus clientes? Les da igual lo que envíes, aunque sólo obtendrás recompensa por cumplir los requisitos del pedido. ¿Qué se supone que obtienes a nivel de jugabilidad? La potestad de comprar más elementos para crear más pegatinas, para vender más pedidos a tus clientes. Si se mira de lejos y con las lentes un poco distorsionadas, no se va demasiado de lo que haría cualquier 'Cookie Clicker' de la vida. Existe un límite de tareas que puedes realizar cada día, forzado para que no gastes todo el tiempo diseñando pegatinas y desbloquees el contenido lentamente… y ya está. No hay nada más que extraer de 'Sticky Business'.

Como resultado, la experiencia de juego es agradable pero tiene el encefalograma plano; sin altibajos, ni vivencias que generen reciprocidad, emoción, expectativa. 'Sticky Business' prefiere reducirse a ser una simple herramienta de collage, pero muy pronto se percibe extremadamente monótona y repetitiva por las pocas opciones que ofrece ajena a su función vital. Eso no hace su mensaje inservible, no obstante. Quizá las pequeñas etiquetas que hagamos tengan alguna utilidad en el futuro, puedan imprimirse en material físico, o nos hayan inspirado a echar rienda suelta a nuestra creatividad en áreas que creíamos fuera de nuestras posibilidades. Quizá sea el pistoletazo de salida a algo nuevo, o pueda tomarse como ejemplo de las pifias que seríamos capaces de hacer con tijeras y cartón en mano. Pero me resisto a pensar que haya sido una pérdida de tiempo.

PD: mención especial a la amplísima colección de banderas LTGBI que ofrece para personalizar tus imágenes; un pequeño detalle pero significativo para que muches puedan exponer orgulloses su identidad como personas y sentirse libres.

Reviewed on Dec 07, 2023


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