Tiene mucho que apreciar, pero al mismo tiempo está plagado de basura que caracteriza a muchos juegos del NES. A veces me resultó difícil intuir qué armas serían efectivas contra algunos jefes y cuáles no.
Las plataformas flotantes en el nivel de Iceman son una de las mayores porquerías, y la habilidad de Gutsman es increíblemente inútil el 90% de las veces.

Sin embargo, se puede ver el potencial, y me imagino que en su momento lo vieron claramente, visto que hay como 800 juegos más.

Aunque el último nivel siendo 5 veces más largo que cualquier otro y obligarte a enfrentar a todos los jefes en muchos momentos uno tras otro no parece justo, aprecié mucho que el juego tuviera más que ofrecer y que parecía nunca acabar.

Lo que es verdaderamente imperdonable es la portada.