Hace poco re-jugué Tiny Wings, un juego que he mencionado en miles de ocasiones, que probé por primera vez hace como 10 años y quería ver si aún se sostiene como videojuego con mi criterio actual.
La respuesta es que Tiny Wings es incluso mejor y más hermoso de lo que lo recordaba y es una pena que esté atrapado en su exclusividad para dispositivos Apple.
Aquí somos un pájaro que quiere volar pero cuyas alas son demasiado pequeñas para permitírselo. Para lograr volar debemos impulsarnos en los valles entre montañas para adquirir altura y moderar dicha altura para bajar nuevamente y tomar nuevos impulsos en los lugares correctos y así mantener un buen curso y volar hacia otras islas nuevas. Sí, es prácticamente un minijuego que re-imagina la mecánica base de Sonic The Hedgehog pero más pulido y libre de tanta parafernalia.
Aquí nos deslizamos en rampas, pero también podemos chocar con picos de montañas para hacer rebotes leves y con solo un input (nuestro dedo en la pantalla) podemos decidir la intensidad de cada una de esas acciones de una forma que parece irreal de lo bien que funciona siendo algo tan simple. Una maravilla.
Creo que solo alguien sin corazón podría no conmoverse si quiera un poco con una premisa tan noble. Un juego sobre límites personales -internos y externos- y autodescubrimiento, pero abordado desde las físicas y con un porte visual caricaturesco y optimista.
Ahora, el juego nos ofrece dos modos de juego, dos caminos:
Uno es el trayecto diurno, que es el juego base donde avanzamos sin metas ni límites de tiempo, el más parecido a la estructura dañina de juego móvil, aunque Tiny Wings siempre fue de pago único. Es por eso que el único límite es la puesta del sol y lo abordamos con nuestra habilidad de huir de la misma, aquí no hay anuncios ni mini tareas ni obstáculos maliciosos entre niveles ni nada de eso. Tarde o temprano, igual, nos llegará la noche y la partida acabará dándonos un buen sueño; como cuando éramos niños, aprendemos que todo va un paso a la vez y el descanso es igual de importante que el juego.
Aquí, como en Alto’s Adventure, nos dan objetivos para cada partida única que van rotando, pero nada más. Desde el momento uno el escenario solo tiene su geografía, algunas monedas y potenciadores de velocidad y depende de nuestra habilidad sacarle provecho a cada uno.
Encima los objetivos no son por «nivel» sino que colocan retos extra para quien desee potenciar su habilidad que son completamente opcionales. Llegar a x isla sin usar potenciadores o ejecutar las maniobras suficientes para llegar al modo fiebre, que es el modo al que llegamos cuando alcanzamos las más altas velocidades, x cantidad de veces en una partida.
No es el abordaje que yo hubiese querido, pero no es una barrera para el disfrute tampoco y te verás resolviéndolos sin saberlo simplemente jugando con dominio, habilidad y gracia.
El otro modo, a mi parecer incluso más interesante, es la escuela de vuelo, un modo de competencia contra 3 CPUs donde atravesamos niveles ya construidos en contraposición al mundo infinito del juego base. Es el modo que demuestra, además, que este juego pide a gritos un modo multijugador.
Aquí la prueba de habilidad que ofrece este juego adquiere sus mejores matices, pues las islas van añadiendo poco a poco elementos como charcos de agua, trampolines, túneles y demás para enriquecer la experiencia y si en el trayecto diurno había varias formas de abrirnos paso con gracia, aquí las posibilidades se elevan por encima de la estratosfera.
Para mí este debería ser el juego base y es a partir de aquí que se podrían explorar incluso más posibilidades para lo que es ya una mecánica muy bien elaborada.
Tal vez por eso el problema más grande que tiene este juego radica en que los niveles se quedan cortos y uno queda con ganas de más, de explorar estas mecánicas con mucha más profundidad y hacer unos 100000 niveles más como mínimo.
En lugar de eso, los desarrolladores se enfocaron en el uso de las monedas, el único gran lastre que le queda del diseño de juegos móviles gratuitos con micro pagos, donde ahora para colmo tenemos que usarlas para eclosionar huevos y conseguir nuevas aves y encima nos dan recompensa por conectarnos cada día a jugar, un bodrio…
Hay también un dilema de diseño que tienen algunos niveles y es la poca visibilidad que se tiene de algunos obstáculos de antemano (el agua, sobre todo) y que puede causar que haya que hacer prueba y error de más para superarlos siendo la habilidad entonces no el único requisito para atravesar las fases. El juego lo soluciona dando pistas mediante tus amigos corredores y con el mismo terreno, aunque a veces dichas pistas son muy sutiles y en general se podía implementar mejor el rango de visibilidad que nos dan.
Pero bah… para mí pesa más en el resultado la nobleza y el gran corazón que funda sus bases: de que siempre habrá forma de atravesar la adversidad, siempre habrá un nuevo amanecer y siempre habrá nuevos lugares que valga la pena descubrir, en solitario o en compañía. Y eso indudablemente pesa en el gameplay y la ambientación y uno lo siente y se contagia de esa energía y se vuelve optimista. Ningún otro juego móvil que conozca tiene una energía similar.
Las alas no son requisito para volar y el límite ya no es el cielo.
La respuesta es que Tiny Wings es incluso mejor y más hermoso de lo que lo recordaba y es una pena que esté atrapado en su exclusividad para dispositivos Apple.
Aquí somos un pájaro que quiere volar pero cuyas alas son demasiado pequeñas para permitírselo. Para lograr volar debemos impulsarnos en los valles entre montañas para adquirir altura y moderar dicha altura para bajar nuevamente y tomar nuevos impulsos en los lugares correctos y así mantener un buen curso y volar hacia otras islas nuevas. Sí, es prácticamente un minijuego que re-imagina la mecánica base de Sonic The Hedgehog pero más pulido y libre de tanta parafernalia.
Aquí nos deslizamos en rampas, pero también podemos chocar con picos de montañas para hacer rebotes leves y con solo un input (nuestro dedo en la pantalla) podemos decidir la intensidad de cada una de esas acciones de una forma que parece irreal de lo bien que funciona siendo algo tan simple. Una maravilla.
Creo que solo alguien sin corazón podría no conmoverse si quiera un poco con una premisa tan noble. Un juego sobre límites personales -internos y externos- y autodescubrimiento, pero abordado desde las físicas y con un porte visual caricaturesco y optimista.
Ahora, el juego nos ofrece dos modos de juego, dos caminos:
Uno es el trayecto diurno, que es el juego base donde avanzamos sin metas ni límites de tiempo, el más parecido a la estructura dañina de juego móvil, aunque Tiny Wings siempre fue de pago único. Es por eso que el único límite es la puesta del sol y lo abordamos con nuestra habilidad de huir de la misma, aquí no hay anuncios ni mini tareas ni obstáculos maliciosos entre niveles ni nada de eso. Tarde o temprano, igual, nos llegará la noche y la partida acabará dándonos un buen sueño; como cuando éramos niños, aprendemos que todo va un paso a la vez y el descanso es igual de importante que el juego.
Aquí, como en Alto’s Adventure, nos dan objetivos para cada partida única que van rotando, pero nada más. Desde el momento uno el escenario solo tiene su geografía, algunas monedas y potenciadores de velocidad y depende de nuestra habilidad sacarle provecho a cada uno.
Encima los objetivos no son por «nivel» sino que colocan retos extra para quien desee potenciar su habilidad que son completamente opcionales. Llegar a x isla sin usar potenciadores o ejecutar las maniobras suficientes para llegar al modo fiebre, que es el modo al que llegamos cuando alcanzamos las más altas velocidades, x cantidad de veces en una partida.
No es el abordaje que yo hubiese querido, pero no es una barrera para el disfrute tampoco y te verás resolviéndolos sin saberlo simplemente jugando con dominio, habilidad y gracia.
El otro modo, a mi parecer incluso más interesante, es la escuela de vuelo, un modo de competencia contra 3 CPUs donde atravesamos niveles ya construidos en contraposición al mundo infinito del juego base. Es el modo que demuestra, además, que este juego pide a gritos un modo multijugador.
Aquí la prueba de habilidad que ofrece este juego adquiere sus mejores matices, pues las islas van añadiendo poco a poco elementos como charcos de agua, trampolines, túneles y demás para enriquecer la experiencia y si en el trayecto diurno había varias formas de abrirnos paso con gracia, aquí las posibilidades se elevan por encima de la estratosfera.
Para mí este debería ser el juego base y es a partir de aquí que se podrían explorar incluso más posibilidades para lo que es ya una mecánica muy bien elaborada.
Tal vez por eso el problema más grande que tiene este juego radica en que los niveles se quedan cortos y uno queda con ganas de más, de explorar estas mecánicas con mucha más profundidad y hacer unos 100000 niveles más como mínimo.
En lugar de eso, los desarrolladores se enfocaron en el uso de las monedas, el único gran lastre que le queda del diseño de juegos móviles gratuitos con micro pagos, donde ahora para colmo tenemos que usarlas para eclosionar huevos y conseguir nuevas aves y encima nos dan recompensa por conectarnos cada día a jugar, un bodrio…
Hay también un dilema de diseño que tienen algunos niveles y es la poca visibilidad que se tiene de algunos obstáculos de antemano (el agua, sobre todo) y que puede causar que haya que hacer prueba y error de más para superarlos siendo la habilidad entonces no el único requisito para atravesar las fases. El juego lo soluciona dando pistas mediante tus amigos corredores y con el mismo terreno, aunque a veces dichas pistas son muy sutiles y en general se podía implementar mejor el rango de visibilidad que nos dan.
Pero bah… para mí pesa más en el resultado la nobleza y el gran corazón que funda sus bases: de que siempre habrá forma de atravesar la adversidad, siempre habrá un nuevo amanecer y siempre habrá nuevos lugares que valga la pena descubrir, en solitario o en compañía. Y eso indudablemente pesa en el gameplay y la ambientación y uno lo siente y se contagia de esa energía y se vuelve optimista. Ningún otro juego móvil que conozca tiene una energía similar.
Las alas no son requisito para volar y el límite ya no es el cielo.
This was the shit fr. Had my mom and brother playing and everything
Pretty straightforward but fun little arcade game. Classix of app game
Pretty fun!
just for the record, this is the SUPREME mobile app.
Sliding down those hills feel REALLLLLL good man.
in spanish class playing this on iphone 4s
A lovely experience, but I never seemed to be able to develop the mastery to make it consistently worthwhile.
this was on my grandma's tablet
this game was one of the best mobile games ngl. simple control scheme with only one button, but deeply engaging. Knowing when to press the button to hit the slopes properly and keep your momentum going is extremely satisfying and rewards skill pretty darn well. Usually when I think back on my time playing mobile games I don't really remember much/remember most of the games being pretty mid or unremarkable, but this is a very big exception. Banger game.
I have almost ended my own life multiple times before I have even managed to beat the 4th island fever mode objective, 10/10
Quality turn your brain off game.
loved decompressing to the music in this game after getting bullied in school <3
I think there’s something wrong with my bird. He can’t fly. Must be broken
art style was nice
I played Tiny Wings a lot in the early days of iOS gaming and liked the simple but challenging gameplay. But I only recently learned appreciating the two player split screen mode. With the (optional) automatic handicap it works really well with children and one wonders why not more games offer that option.
The classic, very calming background visuals and great music. Fighting the dark to just barely get onto the next island. Flight school was cute, don't remember them adding that. Got up to a score multiplier of 28. Very tough to master. Double tap to do flips between islands!
pretty fun
overrated
It's a pretty nice game where, in the style of Excitebike, you must angle yourself just right to slide down hills, except in this one it's not to survive but to gain up speed and go higher and higher in the sky, which in turn makes landing more challenging. It's a fun gameplay loop, but also there's very very little to it. Swoop off one hill, you've seen them all. Still, it's fun for what it is.
Tiny Wings. A game I first played the demo of over a decade ago in an Apple Store. It’s an endless game where you play as a rotund bird who goes island to island trying to outrun the night. It can’t fly, however, hence the title: “Tiny Wings”, but the physics are relatively floaty, and you can hold down on the the screen to drop very quickly, and if you time it well on the abundance of slopes on each island, you can build up a ton of speed, sending you soaring into the air. The gameplay is a lot more intuitive than my description might be making it sound.
I have a lot of nostalgia for Tiny Wings. The momentum based gameplay was immensely satisfying to me in the store. After leaving the Apple Store I begged my dad for weeks to buy the game on his phone, which only increased in frequency with every Apple Store visit. One fateful day of begging he did buy the game, and I was overjoyed to experience the full version of a game I had anticipated so much.
I have a lot of nostalgia for Tiny Wings. The momentum based gameplay was immensely satisfying to me in the store. After leaving the Apple Store I begged my dad for weeks to buy the game on his phone, which only increased in frequency with every Apple Store visit. One fateful day of begging he did buy the game, and I was overjoyed to experience the full version of a game I had anticipated so much.
The good ol' days.
This game was amazing for a simple phone game, so glad they kept this game on the store and even brought it back for Apple arcade
simpler times
One of the better mobile games I played in my youth. The speed you're able to obtain from mastering consecutive jumps is a great feeling paired with great music and great visuals. It's even got a race mode to play alone or with friends, what's not to love.
I bet there's a secret reason why this game got delisted. Being a teen with virtually no money wasn't great back in 2011. Which makes the existence of Tiny Wings a very fortunate occurrence. To me this was such a beautiful game with beautiful art and music. There was a time where games on the iOS platform could be good.
Have you ever had a memory of something or someone that was just simply perfect? Even if you knew that it wasn't perfect at the time or the circumstances in that moment weren't perfect, were you still thankful for that memory to exist and be a part of your life? This game definitely fits into that category.
I picked this game up when it first came out when I was around eight. I would play this game on and off again as I got older and my hand-eye coordination got better. Yet despite that, I never really felt like I got better at this game. Admittedly, a few of the challenges (especially later on in progression) are way too hard for anyone to get in a considerable amount of time. Flight School also definitely kicks my ass.
But, I can't say that I care all that much. I have just this small ball of joy welling up inside of me every time I send this little bird on an island adventure. Once you get the hang of the mechanics there's really not much else to learn other than timing. Even with the near impossible tasks the game sets me up with can't help but make me smile as I feel like a kid again trying over and over but not getting anything. And I think that's what makes this game simply perfect.
That, and the vibe is absolutely immaculate. The simple upbeat yet nostalgically melancholic music with the constant breeze and birds chirping is so perfect it could bring tears to the right person. The artstyle is so distinct and adorable too. Who is Andreas Illiger and what have they been through to make this? I wanna meet them! This is a life I would wanna live. Just sliding and launching myself into the air trying to fly from island to island while the only worry I'll ever have is the day ending.
Reminds me of me running down the steep hill in my front yard in May while the breeze blows. Perfect, even though I was darn well aware that homework was piling up before school ended.
Also reminds me of one of my buddies from swim team's father before he passed away. I never spoke to him much or made a close connection, but he always seemed like a chill guy with a great amount of enthusiasm. He was aware of the fact that I disliked the loudness of the airhorn during the 500 so I would hide in the bathroom and he agreed to tell me when it went off so I could come out after it. Even though I still had to deal with the air horn, that gesture from him was simply perfect.
Or when he was taking me home from swim practice and we swung by McDonald's and he got me something. It was annoying that swim practice at the time was so far away from school, but it meant that that moment got to happen. And that moment was simply perfect, too.
I hope that buddy from swim team and the rest of his family are doing well. They didn't deserve to have such a caring person be taken away from them this soon. But I hope he's in a better place now, whether that be in the clouds that the little bird breaks through for just a moment, or swimming in the ponds that the little students slowly struggle through.
I picked this game up when it first came out when I was around eight. I would play this game on and off again as I got older and my hand-eye coordination got better. Yet despite that, I never really felt like I got better at this game. Admittedly, a few of the challenges (especially later on in progression) are way too hard for anyone to get in a considerable amount of time. Flight School also definitely kicks my ass.
But, I can't say that I care all that much. I have just this small ball of joy welling up inside of me every time I send this little bird on an island adventure. Once you get the hang of the mechanics there's really not much else to learn other than timing. Even with the near impossible tasks the game sets me up with can't help but make me smile as I feel like a kid again trying over and over but not getting anything. And I think that's what makes this game simply perfect.
That, and the vibe is absolutely immaculate. The simple upbeat yet nostalgically melancholic music with the constant breeze and birds chirping is so perfect it could bring tears to the right person. The artstyle is so distinct and adorable too. Who is Andreas Illiger and what have they been through to make this? I wanna meet them! This is a life I would wanna live. Just sliding and launching myself into the air trying to fly from island to island while the only worry I'll ever have is the day ending.
Reminds me of me running down the steep hill in my front yard in May while the breeze blows. Perfect, even though I was darn well aware that homework was piling up before school ended.
Also reminds me of one of my buddies from swim team's father before he passed away. I never spoke to him much or made a close connection, but he always seemed like a chill guy with a great amount of enthusiasm. He was aware of the fact that I disliked the loudness of the airhorn during the 500 so I would hide in the bathroom and he agreed to tell me when it went off so I could come out after it. Even though I still had to deal with the air horn, that gesture from him was simply perfect.
Or when he was taking me home from swim practice and we swung by McDonald's and he got me something. It was annoying that swim practice at the time was so far away from school, but it meant that that moment got to happen. And that moment was simply perfect, too.
I hope that buddy from swim team and the rest of his family are doing well. They didn't deserve to have such a caring person be taken away from them this soon. But I hope he's in a better place now, whether that be in the clouds that the little bird breaks through for just a moment, or swimming in the ponds that the little students slowly struggle through.