juego interesante con conceptos únicos pero ni así consigue que lo disfrute, por donde empiezo:

El mapa - intenta tanto copiar la estructura de mapa de Dark souls que lo que consigue es que el jugador se pierda por completo, y que se convierte en un laberinto por el que te pierdes, no encontré lo que se supone que es tu base hasta la hora y media de juego, me dan ganas de dejar de jugar, no de explorar el mapa.

-Los personajes- en hora y media ya desbloqué 3 de los 4 avatares disponibles, entiendo el concepto, pero lo veo sin acabar, así como las armas, que haya solo 4 armas.

-la jugabilidad, lo peor de todo es la jugabilidad, muy tosco, demasiado tosco, el movimiento es muy lento y los esquives van con delay, enemigos repetitivos.

Me aburría mucho apenas a las 2 horas de jugar, no me llamaba seguir explorando le juego, después de venir de los Souls, esto no es más que lo mismo pero un poco diferente y de menos calidad, no digo que sea un mal videojuego, además siendo un juego indie, se nota que quiere ser un souls pero diferenciarse y tener una identidad propia, con las mecánicas de parry y el endurecimiento, los avatares, y demás cosas que me habré perdido por no seguir, pero a mi no me ha llamado a seguir.

Uno de los mejores juegos que he jugado, jugabilidad increíble, un mundo muy rico, con un lore espectacular, difícil y que te da muchas libertades

Lo jugué por primera vez en 2015 y lo jugué de manera loca y sin que me importara matar a alguien, y lo disfruté mucho, pero no es hasta hace 1 mes que decidí rejugarlo, que descubrí las capas que este juego ofrece, hice una ruta de sigilo sin matar a nadie, hablando con todo el mundo y haciendo misiones secundarias, y es increíble la profundidad de jugabilidad que te ofrece este juego, uno de mis favoritos