Rebirth, lejos de ser una entrega continuista, reformula la propuesta de la primera entrega y la transforma. Es todo un ejemplo de cómo enfocar un remake de semejante categoría. Aunque como dije en mi mini review de Remake no me gusta que se divida en tres partes una obra que anteriormente era una sola. Sin embargo, viendo la envergadura de Rebirth esto me duele menos porque decir que esta segunda parte es ambiciosa, puede ser incluso quedarse corto. Visitar Kalm, Junon, Costa del Sol... ver todo lo que han hecho, como las han expandido y dado vida es una auténtica pasada. Si eres fan del original es casi imposible no soltar alguna lagrimita por el camino.

Cloud, Aerith, Barret, Tifa y compañía fueron personajes que en el Remake me gustaron, pero en Rebirth ya no tengo palabras, no hay ninguno que no solo no me haya gustado, sino que todos me han encantado incluyendo a Caith Sith, Yuffi y lo poco que hemos podido ver de Vincent. Personajes que en el Final Fantasy VII original no me hicieron demasiada gracia ya sea porque son secundarios o porque no los veía igual de bien desarrollados que el resto. En Rebirth incluso a veces se roban el protagonismo. No recuerdo un elenco de personajes tan increíbles desde Final Fantasy IX, y eso son palabras mayores.

Se nota que Square Enix tiene un profundo respeto a la séptima entrega de Final Fantasy, hay amor y dedicación en cada uno de sus apartados, desde el combate que es mucho más divertido y pulido hasta sus personajes como comentaba antes. Rebirth es el videojuego que todos, fans o no, merecíamos.

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‎| ‎Historia:‎★★★★★ | Jugabilidad:★★★★★ | Gráficos:★★★★✩ | Música:★★★★★ | MASTER PIECE
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