Por ellos es que estoy acá
Los juegos que me marcaron y las anécdotas que los acompañan.
5 Games
De pequeño mi hermano no me dejaba jugar con Memory Card, así que cada vez que él salía de casa yo empezaba una partida nueva. Cuando se creyó que ya era lo suficientemente lúcido para no esconder las tarjetitas, le borré su partida.
Da la casualidad de que mi primer Mario es una rareza en la historia del fontanero. Yo ya amaba a Koji Kondo y no lo sabía.
El primer videojuego con el que me obsesioné. Mi hermano, en una de sus triquiñuelas, metía el enchufe del mando de la PSOne por debajo de la consola en vez de en el puerto pertinente para hacerme creer que estaba jugando con él. El único videojuego que me produce nostalgia, el único al que le perdono pecados capitales.
Pokemon es una de las pocas sagas que he jugado de principio a fin, pero no fue hasta Rojo Fuego que me metí en el lodazal que hoy día me ahoga. Esos recreos en los que celebraba quedarme castigado para jugar. Esas mañanas de verano con los compas en el poblao. Gracias Game Boy Advance SP por dejarme jugar en la oscuridad <3
No sé si es que en la época carecía de pulgares oponibles, pero alquilándolo un finde ni siquiera llegué a controlar a Sora. Con KH 2 descubrí lo que era el fan service, porque cuando vi a Vivi (FFIX) supliqué hasta que me lo terminaron comprando. El juego prepuber por antonomasia.
