Dishonored probablemente fue uno de de los juegos mas ambiciosos de su tiempo al intentar rescatar la filosofía de diseño de los inmmersive sims sin muchas otros ejemplos contemporáneos, lo que le dio el estatus de culto que tiene a día de hoy.

Mi mayor problema con el juego es su intento de contar un thriller político complejo con un sistema de moralidad binario estrechamente definido, que contrasta fuertemente con el sistema de juego emergente. Dishonored te juzga constantemente de acuerdo a su escala arbitraria de moralidad. El punto que han dado algunos es que el sistema de caos hace referencia a la promesa de recuperar el honor, sin embargo, las mecánicas no incentivan a considerar esta motivación, lo más probable es que dependiendo de que tan familiar seas con los juegos de acción o sigilo vas a resolver los conflictos de una manera determinada y el juego simplemente te juzgara de manera bastante poco convincente tus decisiones (¿realmente es "moralmente mejor" enviar a dos personas a trabajar de esclavos en una mina de carbón por el resto de sus vidas que derechamente matarlos?).