Es el Demons Souls de Bloodborne, hecho después y por otra compañía, lo que es el mayor halago y la mayor crítica que puedes darle al juego. El setting de Pinocho pero grimdark se vende solo y el combate pillando parrys del Sekiro pero metiendolos en un sistema de combate con opciones variables es cremísima, pero lo primero se va un poco al carajo por el hecho de que vayas de fábrica a calle y de calle a fábrica y a lo segundo le pasa lo habitual del género estos últimos años, que degenera hasta meterte con bichos incomprensibles con un ratio de hostia/segundo por encima de lo legal.

Por suerte para este juego, picor de Bloodborne hay siempre y es de lo poco que consigue rascarlo.


Recontraputisima marioneta sin nombre hija de la gran pu-

Reviewed on Mar 27, 2024


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