Lo más divertido de este juego es ignorar los horrores de la guerra y meterte de cabeza en una casa con militares estilo Metal Gear para rebanarles el gaznate a todos y volver a casa cargando cincuenta metralletas

y probablemente con depresión

Sonic gordito el Sonic más bonito

Le pasa exactamente lo mismo que al Octopath: la música y el arte están flamísimos, los combates no están del todo mal, pero la historia y los personajes tienen la profundidad de un plato llano.

El combate es un meh gigantesco y el único punto flojo del juego; pero a nivel artístico, sonoro y narrativo es una pasada y hay cierto Bob-omb (que a veces se llama Bobby y a veces Bomberto) al que siempre voy a llevar en el corazón