Complicadete saber por dónde empezar para hablar de Final Fantasy XVI, un juego que no es perfecto ni de lejos, con luces y sombras, capaz de parecerte un juego mediocre o una maravilla, en mi caso, sin que vaya a ser uno de mis Final Fantasy favoritos (el listón de la saga está muy alto) sí que creo que el juego está más cerca de ser una obra maestra que un mierdón, aunque le falta ese último pasito para llegar a mi Olimpo personal de la fantasía final.

Creo que me voy a quitar primero el punto más criticable, y no es el tema de los turnos o la acción, ese es un debate de mierda que debería haberse superado hace 15 años, hablo de sus secundarias. Final Fantasy XVI es un juego donde su autor más visible viene de hacer el que para muchos es uno de los mejores MMORPGs de la historia, y el gran Final Fantasy de las últimas entregas, por tanto, su primer gran proyecto offline no iba a estar falto de secundarias y contenido opcional. Además, para la estructura con la que cuenta el juego, es una herramienta muy importante para el worldbuilding y dotar de una mayor profundidad al juego. ¿Y esto lo consigue? Pues realmente sí, las secundarias aportan profundidad al mundo que rodea la propuesta, expanden historias de personajes secundarios o más principales y varias de ellas realizan críticas que van en consonancia con los temas principales de juego dándole un mayor empaque. Esto es un tema pero claro, estamos jugando, así que otro tema muy importante al respecto es la "diversión", y ahí pues ya no cumplen tanto...

Hay una misión en Dzemekys que evidencia bastante bien mi argumento: Estamos en una travesía para destruir el último de los cristales que quedan, y saltan varias secundarias. La excusa de esta es que un random quiere contratar a un guerrero para protegerle y tenemos que hacer nosotros de guardián, dejar nuestra misión súper importante de lado e ir a ayudar a este hombre, porque somos más buenos que el pan. La recompensa será historia de Dzemekys, lore, básicamente. Lo curioso de esta misión es que básicamente te escupe a la cara la problemática de las secundarias, casi en tono paródico: acompañas a este hombre para supuestamente investigar algo que le interesa muchísimo y lo vas salvando de bandidos y demás mierdas que intentan acabar con él, luego llegas al final y te va contando cosas de lore interesantes para terminar diciéndote que ni quería investigar ni pollas, que solo quería hablar con alguien. Básicamente has hecho unas tareas que no importan nada, ni al propio NPC que te las has pedido, pero al menos terminas llegando a un punto interesante, que es conocer lore del juego. En resumen, la secundaria aporta al worlbuilding pero jugablemente es súper vaga y con una estructura que se repite casi constantemente a lo largo del juego, muy deudora del típico MMO lleno de misiones de recadero. Esta es sin duda su mayor problemática en este apartado, pero no es el único, otro que es muy típico de que caigan en él muchos juegos (lo de las secundarias poco divertidas y de recadero no es solo problema tampoco de Final Fantasy XVI) es la deficiente integración que tienen estas en la narrativa del juego, sin cuidar prácticamente nada los momentos en los que tiene "sentido" que se hagan según qué secundarias o no. Este ejemplo se ve mucho en la guarida, cuando Clive toma el mando de ella como nuevo Cid, ya que no tiene justificación ninguna que siendo literalmente la persona más importante del refugio, y la cantidad de personas que hay ahí, te toque hacer tareas de mierda de becario sin preocuparse lo más mínimo en darle un porqué. Este pero tampoco es que joda mucho la experiencia, pero no aporta, y ya digo, el principal problema con las secundarias es su falta de diversión y novedad, han optado por lo fácil, y lo fácil lleva anticuado bastantes años ya.

Eso sí, hay que decir que aunque la mayoría de secundarias fallan en los puntos comentados sí que hay unas cuantas que son bastante redondas, muchas de ellas están cerca del final, cuando se centran en los personajes secundarios más importantes y ves más profundidad en ellos que expanden su historia. Me acuerdo principalmente de la última misión de Eloise y Theo, los dos hermanos que conocemos por Dhalmekia y termina con el trágico desenlace de uno de ellos, y mola mucho cómo se desarrolla toda esa parte, sin inventar nada pero se nota que hay más trabajo. Aunque de la secundaria que más me acuerdo es una que nos da una cría llamada Lisette, que nos pide por favor que le busquemos a su mascota, y lo que empieza como una misión chorra más, poco a poco nos va dando pinceladas de aquí hay algo que no es lo que parece, donde esa mascota termina siendo una portadora con otro desenlace bastante turbio, y desde el prisma de la niña podemos ver lo podrida y deshumanizada que está la sociedad respecto a los portadores, teniendo un mayor impacto por cómo nos lo han contado, es una misión que lo tiene todo. Empieza con la petición chorra que podríamos tener en muchas otras, por tanto vamos sin esperar nada, a hacerla como robots, pero conforme vamos investigando, nos hace fruncir el ceño, y aunque estemos repitiendo patrones típicos de otras misiones, la narrativa que rodea esta secundaria lo cambia todo completamente, terminando desarrollando uno de los temas más importantes del juego como es la situación que viven la gran mayoría de portadores en Valisthea. Es sin ninguna duda la secundaria que mejor usa las (limitadas) armas que tiene.

Vamos ahora con otro punto bastante clave en cualquier Final Fantasy, y especialmente lo es en este. Donde también tengo algún pero, principalmente por preferencias propias y por sacarme un poquito del mood. Continua con la estela de la saga de cada vez irse más a la acción, y en este caso casi al puro Hack 'n Slash. Trayendo como pilar del desarrollo del combate a Ryota Suzuki, diseñador de juegos como Devil May Cry V o Dragon's Dogma, y el combate la verdad que es mucho mejor que por ejemplo la anterior entrega. Obviamente no llega a la maestría de los pilares del género Hack 'n Slash, pero tampoco lo pretende. Está bastante simplificado en muchos temas y pretende llegar al mayor público posible. Eso no quita que sea muy divertido y que si lo controlas bien puedes hacer combos guapísimos. El primer problema que hay aquí para mí, es que tampoco es particularmente exigente. No es que sea un paseo como he escuchado a mucha gente por ahí, no es Kingdom Hearts 3 o Final Fantasy XV, pero tampoco es que vayas a morir demasiado; un poco más de dificultad hubiera obligado a exprimir bastante más el combate. Otro tema que me sacaba un poco es que se ha prescindido de los estados o debilidades elementales, ya no te pueden envenenar ni le haces más daño a algún bicho de hielo si le lanzas un ataque de fuego. Esto podría no ser algo negativo, pero claro, estamos en la saga que estamos, y como tal muuuchos, por no de decir todos, de los monstruos que enfrentaremos son deudores de esta, lo mismo con muchos hechizos y ataques. Ya cuesta disociar un poco si no conoces de nada la saga y ves un Bom al que le haces ataques de fuego y le quitas exactamente lo mismo que si le lanzas ataques de hielo, o que un Molbol te lance un aliento fétido y no te repercuta en el estado de ninguna forma más allá del daño, pero encima si eres fan de la saga pues cuesta diez veces más. Entiendo la decisión de no incluir estas cosas, ya digo acercarlo al mayor número de gente posible, simplificando sobre todo en la parte más rpg, pero no creo que ponerles debilidades o estados al juego hubiera complicado muchísimo la propuesta, y le hubiera dado una mayor profundidad que pienso que se habría disfrutado más, sobre todo con bosses donde se podría incluir ese componente más de puzle de muchos rpgs donde no solo te hacen falta manos para vencerle si no también una estrategia en base a sus debilidades y fortalezas.

Hay momentos también donde puede parecer que el combate no está lo mejor integrado posible en la narrativa, al final tenemos un combate que intenta ser frenético, que no pares de machacar botones realizando combos de la manera más espectacular posible, pero claro, estamos en un JRPG, y la historia tiene altibajos, no tanto en el sentido de calidad, si no de ritmo. Puede pegar un subidón de cocaína y acto seguido la calma absoluta, es el ritmo con el que juegan estas obras y te puede gustar más o menos, pero es su manera de contar historias, esto a mí personalmente no me molesta en lo absoluto y lo disfruto, pero es cierto que por momentos no encaja todo lo bien que debería con su combate, algo que creo que pueden integrar mejor si siguen por este camino (desarrollaré más este punto con la narrativa).

Ya que he tocado un poco la narrativa voy a pasar a hablar del punto más importante en cualquier Final Fantasy que se precie: su historia y personajes. Debo decir que ambos me han encantado. Empezando primero por sus personajes, toca hablar de Clive, protagonista absoluto del juego y pieza angular de la historia, a quien seguimos durante 18 años de su vida en tres diferentes etapas (adolescencia, adultez, madurez), es el alfa y el omega de esta historia. Se crea un vínculo bastante fuerte al acompañarlo durante toda una vida, y ver de primera mano sus desgracias. No es lo mismo empezar ya con el personaje persiguiendo venganza y conocer su personalidad a raíz de ahí, que conocerlo en su adolescencia, ver sus traumas y vivencias junto a él y conocer el porqué desde un principio de cómo se va desarrollando su personalidad a raíz de los sucesos que hemos jugado. Esto no es algo que se cuente así a lo largo de la saga, pues normalmente vamos visitando el pasado de nuestros protagonistas para responder a los porqués de su forma de actuar y su personalidad. Es sin duda el personaje que mejor trata la historia del juego, con un carisma existente desde el principio, pero un desarrollo coherente con el que seguiremos empatizando hasta ese maravilloso final que lo catapulta como uno de los mejores protagonistas de la saga sin despeinarse.

El tener un protagonismo tan marcado y potente en un solo personaje hace por motivos obvios que no puedas dedicarle el mismo tiempo a otros. Aunque habrá varios que nos acompañen durante muchos momentos de la historia, no es lo mismo que tener un cast cerrado de personajes donde puedes controlar a todos e irán juntos la mayoría del tiempo desarrollando sus vínculos y a ellos mismos durante una mayor exposición en pantalla. Esto hace que algunos personajes que seguramente por cómo son necesitarían más momentos para tener el arco adecuado, esto le ocurre en mi opinión a Jill, con la que iré más adelante, pero otros sí saben desarrollarse en los momentos que tienen, como son el caso de Joshua (figura sin la que no se podría entender Clive) y, especialmente, Cid.

Cid es y va a ser, sin ninguna duda, el personaje favorito del juego de muchísima gente, y no es para menos, tiene un carisma arrollador que te embelesa con esa voz de fumarse 3 paquetes de Malboro al día durante 30 años seguidos. Es además, el pilar inspirador del protagonista, y su mentor. A Cid ya lo conocemos siendo Cid, no sufrirá una evolución y tampoco la pide su personaje, hará de luz en el camino hasta su emotivo sacrificio donde supondrá un antes y un después en las motivaciones de Cid, seguir el camino que su mentor le enseñó, no sera el mismo Cid, pero esos momentos con él, donde forja un vínculo que la muerte, o Artema, no van a poder romper. Es normal que mole tanto la figura de Cid en este juego, tiene motivos de sobra para hacerlo.

Pero la persona más importante en la vida de Clive es sin duda Joshua, es la motivación que lo mueve durante la mitad del juego hasta que encontramos que sigue con vida y hay un mal mucho mayor al que nos enfrentamos. Es curioso que siendo un entorno medieval, hubiera sido muy típico que estos dos hermanos tuvieran algún tipo de envidia o rencilla entre ellos, pero al contrario, no hay un momento de conflicto y siempre son el mayor apoyo el uno del otro. Hubiera sido fácil que Clive sintiera envidia por la posición que ocupó su frágil hermano, pero sabiendo lo que conlleva esa posición se erige como su mayor apoyo para que pueda tener el mayor éxito posible. Lo mismo ocurre con Joshua, no sería raro que sintiera envidia por la condición de Clive, un tipo fuerte al que todos admiran y quien parece merecer ser el dominante del fénix, y es un sentimiento que está ahí en Joshua, pero nunca para generar un sentimiento negativo hacia Clive, si no más para minusvalorarse, y siempre estará dispuesto en ayudar y sacrificar lo que haga falta por su hermano. El arco de Joshua está bastante bien, no es el personaje con más carisma desde luego, pero el vínculo que forma con su hermano es súper coherente y todo el desarrollo de ambos personajes no hace más que engrandecerlo.

El tercer personaje por importancia, al margen de Clive, está claro que sería Jill, y la he dejado para el final porque me parece el personaje más interesante del juego, pero cae en eso que comenté de no tener el tiempo suficiente en pantalla que requiere. Su relación con Clive no está nada mal llevada, no es el nivel del Tidus-Yuna, pero mola bastante y te la crees vamos, es un poco rarete en uno de los saltos temporales que hacen y ya están juntos no progrese absolutamente nada su relación, pero está claro que es para mostrártelo y ese salto temporal era necesario por motivos de la trama. Pero a lo que voy sobre todo es a ella como personaje, es seguramente el personaje que más se encierra en sí mismo y menos expresa lo que siente, Clive no es que sea un libro abierto, pero como todos sus traumas y resoluciones las jugamos desde su punto de vista pues vemos esa evolución, con Jill no. Jill es un personaje que ha sufrido prácticamente desde que nació, que en su infancia fue utilizada como moneda de cambio para mantener la paz entre el reino de Rosaria y los Territorios del Norte, y ahí tuvo la suerte del trato que recibió por parte del rey Elwin (por supuesto Anabella no la trataba tan bien), pero esta felicidad duró hasta el momento que todos sabemos y la que peor suerte tuvo, sin duda, del trío protagonista fue Jill, terminando como esclava del Reino de Hierro, sabiendo el trato que le dan allí a los Portadores y Dominantes. Obligada a trabajar como arma, matando a personas contra su voluntad, siendo maltratada, viendo morir a personas a su alrededor, entre otras torturas que de seguro sufrió. En ese punto nos la volveremos a encontrar y será un personaje que poco a poco se vaya abriendo cada vez más a Clive (no seas mal pensado, pero también), el problema que tiene, además de ser el personaje que es y necesitar un mayor tiempo en pantalla, es que queda demasiadas veces en un segundo plano, incluso en su arco de redención, enfrentándose al Reino de Hierro que tanto la maltrató, también queda relegada a un papel menor. Esto sin embargo no quite que me haya molado bastante, el personaje con más capas sin ninguna duda y espero que si termina saliendo algún DLC del juego, ella sea bastante importante, tiene varias escenas con Clive que son top sin duda, pero eso, son "con" Clive.

Joder, cómo me estoy enrollando otra vez... Tema historia, tengo peros pero más con la narrativa que el guion en sí, la historia en el vacío me parece seguramente de las mejores de la saga, con un lore súper interesante del que conoceremos muchísimas cosas leyendo al viejo de la guarida o con temas de secundarias. Se ha dicho mil veces, pero vamos es que es demasiado obvio, que tiene un rollito Juego de Tronos ultrapalpable, incluso tropos narrativos en común o personajes que hacen roles parecidos a otros de la saga de libros. Al margen de esto, sabe encontrar muy muy bien su espacio y por supuesto tenemos temas comunes con otros Final Fantasy. Hay bastantes temas, pero un par que son muy recurrentes en muchos Final, y reducido al máximo, es eso del "poder de la amistad" (centrado sobre todo en el tema de vínculos entre personas) y la libertad (o libre albedrío, simbolizado con la derrota de la figura de "Dios"). El juego se encarga de evidenciarlo constantemente, y aquí es una cosa que trabajan muy bien las secundarias, y es que son temas muy recurrentes en todas ellas, sobre todo en las más importantes, siendo un aspecto clave para su resolución. La mayoría de arcos de secundarias son resueltos a través de los vínculos creados entre los implicados y resaltando esa libertad de elección que quizá en otros momentos no tenían, ejemplos... pues el arco de Eastpool y la Fonda de Martha, donde los marcados escapan al fin a una vida de esclavitud, estableciéndose en Eastpool y desarrollando una sociedad, pero cuando les toca luchar por su libertad, al no estar acostumbrados a ella y a tomar sus propias decisiones, su primer pensamiento es huir, hasta que Marta, a través de esos vínculos une a todos, marcados o no, por un objetivo común. También tenemos la historia de Eloise y Theodore, los hermanos que desarrollan su fuerza a través de su vínculo y cómo se cuidan ambos, tomando sus propias decisiones, por el bien del otro. Las secundarias de Northreach y como Isabelle une a todo el pueblo, plantando cara a la falta de libertad que quería implantar el duque de Oriflamme y uniéndose por un bien común, y un largo etc de subhistorias de este tipo.

Trasladando estos temas a la historia, nos vamos fácilmente al objetivo de Artema, ese ente que engloba a aquella sociedad alienígena que llegó a Valisthea, consumiendo otro planeta más y creando a la humanidad para intentar superar este proceso, creándola sin razón, sin libertad. Tras esta creación el ente conocido como Artema entra en hibernación, y a través del conflicto constante durante generaciones tienen el plan de preparar al recipiente perfecto conocido como Mitos. En este proceso no contaban con que la humanidad desarrollara la razón, y que Clive y su grupo le plantaran cara, con libre albedrío, pasando de Mitos a Logos, obviamente solo con eso no basta, no solo eso le da a la humanidad el poder suficiente para vencer a un "Dios", y ahí es donde surge el tema de los vínculos, de colaborar entre todos y la fuerza que nos damos entre nosotros, y la que nos dan los que ya no están. Tema manido, pero que cuenta muy muy bien este Final Fantasy XVI, diría que casi que el mejor de la saga en desarrollarlo.

Ya que he mencionado el tema de Mitos y Logos, mola mucho también como unen el relato clásico del origen de la filosofía con los temas del juego. Concretamente con la libertad de decisión/pensamiento. El paso del Mitos al Logos es un relato súper conocido como origen de la filosofía, el paso del relato a la razón. El Mitos lo tendríamos como el pensamiento ligado al relato, donde la explicación siempre se debía a lo sobrenatural, aceptándose de manera dogmática, no solo dando respuesta a los misterios que no logra entender el ser humano, también da sentido a su existencia y a su papel en la Tierra (Valisthea), ligado totalmente a lo sobrenatural (Artema crea y da sentido a la humanidad), hasta que llega el Logos y da el paso a la razón, la libertad de pensamiento y la reflexión crítica. El Mitos es un relato que se transmite de generación en generación, al igual que la figura de Mitos que tenemos en el juego, mientras que el Logos requiere una reflexión individual, por muchos conocimientos que te sean transmitidos a través de las generaciones, la persona debe usar su propio raciocinio y lógica para verificar las cosas. El uso de los nombres que Artema hace con Clive desarrollan a la perfección uno de los temas del juego, y también podríamos asemejar al apodo de Cid al Logos, el cual es heredado por Clive, obtiene los conocimientos de Cid, pero termina librando su propio camino, aunque siempre usando las enseñanzas de su mentor, la libertad individual de Clive termina convirtiéndolo en su propio Cid, el Logos. Cid empieza como el Mitos pero trasciende como el Logos, pese a su desenlace, la humanidad como su propio Dios.

Otro de los temas recurrentes en la saga es el medioambiente, o más bien el deterioro del mismo por nuestra culpa, representado aquí por las tierras estigias, donde la humanidad progresa a través del uso de los Cristales Madre (otro concepto típico de la saga), pero la explotación de estos y el conflicto eterno entre facciones no hace si no que avanzar la expansión de las tierras estigias. En general, el que diga que este juego no es un Final Fantasy, cuando en muchos puntos sabe como heredar su legado a la perfección y trabajar sobre él.

También quiero destacar de la historia varios momentazos, ese prólogo acojonante que es imposible que no enganche a cualquiera, o esos momentos full cocaína donde la historia y Soken a la música lo dan todo para dejarnos con la boca abierta. Esa pelea final con Titán, con esas batallas de Eikon espectaculares, o sobre todo, la batalla con Bahamut, el momento más de flipada sin duda, mucho más que el propio combate final, que me ha llegado a recordar al final de Tengan Toppa Gurren Laggan, lo cual es el altar de la cocaína y un alago de la hostia. Pero como momento que me elevó el juego un poquito más me quedo sobre todo con la recta final, desde la despedida justo antes de partir a la batalla final con el Final Fantasy Theme sonando calmado a piano y violín para luego romper justo cuando parten (puto Soken), pasando por la decisión de ahorrarse una mazmorra final y empezar del tirón la pelea contra el final boss, para cerrar con un desenlace de los más emotivos que recuerdo en el rpg, es imposible no emocionarse después de todo el tiempo vivido junto a Clive y sus compañeros, los cabrones supieron quedarse con la parte buena del final de Final Fantasy XV.

Ya yéndome a lo puramente narrativo, se le ha criticado mucho el ritmo, esos picos de absoluta locura que tiene con cada pelea contra Eikon, contrastado con esa absoluta caída a la calma donde se abusa demasiado, en la propia historia principal de mandarnos a hacer de recaderos y que se note demasiado como relleno aunque a nivel de guion puedan aportar algo. Y puedo estar medianamente de acuerdo, no en que me parezca mal el ritmo manejado, como ya dije es su manera de contar historias, pero sí en cómo son tratados los puntos bajos de ritmo, creo que hay muchísimas formas de gestionarlo mejor y que aporten más, más cuando tienes un hub tan marcado en la guarida, donde se podría tirar más por el costumbrismo narrado de otra forma o aprovechar para fortalecer relaciones entre personajes, en resumen un sin fin de alternativas mejores que muchas de las misionsitas de relleno que te mandan en estos puntos, sobre todo con la posición que ocupa Clive en la guarida, que como personaje encaja en él mancharse en el barro y ayudar a cualquier independientemente de su condición, pero joder... hay más gente ahí que pueda hacer esas mierdas.

Sí que mola mucho, y de nuevo lo quiero recalcar, el espectáculo visual que son las peleas de Eikon, y algunas son largas como su puta madre, pero están tan bien hechas (y eso que a nivel de gameplay no es que sean la gran cosa cuando se vuelve un duelo de Kaijus) que es que no cansan absolutamente nada y estás deseando que llegue la siguiente, me cortó un poquito el rollo que el peak absoluto fuera ese Titán-Bahamut y luego el enfrentamiento contra Odin se quede un poco corto en comparación a lo que habíamos visto (le pasa parecido al personaje de Barnabás que creo que podría haber dado bastante más de lo que da como villano).

En fin, por parando ya con la chapa, Final Fantasy XVI no es que sea un juego que tengo exento de peros, sin embargo, sus picos me han parecido tan altos y ese final me ha dejado tan buen sabor de boca, más viniendo de lo que venimos en la saga, que por ejemplo Final Fantasy XV también tenía un final guapísimo, pero el resto de juego no acompañaba para nada al nivel, pero en este joder, llegas ya a ese final a topísimo con el juego y es que es un broche perfecto a todo lo vivido, no sirve para crear sensación, sirve para fortalecerla y llevarla a un nuevo nivel, es un final que sabe tocar como mucho de los mejores Final, dejándome con la sensación al ver los créditos que he disfrutado muchísimo con la aventura de Clive y los demás, que ha cerrado la historia de manera redonda, que he empatizado con muchos de sus personajes y he disfrutado los temas que trata, que me lo he pasado bastante bien con el combate y sus peleas contra bosses, especialmente los Eikon, y que joder, no me importaría un DLC que ampliara la historia de Valisthea.

Reviewed on Nov 28, 2023


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