Bastante curioso (y un poco doloroso) rejugar Mario 64 tras tantos años. Sigue teniendo cosas que sorprenden aun hoy en día, más sabiendo que el juego tiene 25 años. También tiene otras tantas. como es lógico, que se hacen un puto coñazo a día de hoy.

Una revolución loquísima en lo que era la serie Super Mario, no es una adaptación del concepto del 2D al 3D, es reinterpretarlo completamente. Sirviendo además como base para muchísimos otros videojuegos 3D, y una de las mayores influencias de la historia en la industria.

Manteniendo su esencia remodela completamente las bases para llevar a Mario a un mundo abierto donde el Castillo de Peach hará las funciones de hub (aunque también de nivel independiente) para viajar a localizaciones de los más variadas a través de cuadros y otras sorpresas.

En el diseño de niveles también se le da una vuelta al concepto, llevando el concepto de Micro Mundos más lejos que nunca, donde puedes encontrarte situaciones muy variadas y que puedes afrontar de muchas formas. Incitándote a buscar por el escenario llenándolo de secretos. En el tema explorable sí que palidece un poco más mirándolo 25 años después. También ha perdido el impacto visual que seguramente causaría en su época, y como a muchos juegos 3D le ha pasado ha envejecido regular en ese aspecto, no llega a ser feo, pero tampoco destaca hoy en día.

Una de las cosas que más me ha flipado es la cantidad de animaciones que tiene Mario, en comparación con juegos de esa época como Tomb Raider o Crash les pasa por la cara bastante fuerte en ese aspecto, sitiéndose además mucho más fluido y "realista". (https://www.youtube.com/watch?v=FOSY5zoB6TI)

También es bastante extenso su set de movimientos, puede saltar de un cojón de formas según combines botones, o los pulses en tal timing, le da bastante variedad. En objetos sí que simplifica aun más que Super Mario World dejando solo 3, pero su variedad está en los movs. Sí que se nota también menos impreciso de lo que debería en la respuesta de Mario al caer tras realizar los diferente saltos, teniendo que calcular muy bien no solo el salto si no la caída y recepción de Mario a las diferentes superficies. Bastante jodido en este aspecto.

Ahora vamos con lo más cabrón de verdad, y posiblemente su mayor revolución: la cámara y su uso. Cuando creas las bases de algo es normal que con el paso del tiempo y la depuración, al revisitarlo no solo pierde su impacto de la época si no que se note arcáico. La cámara de Mario 64 es jodida de dominar como sus muertos (de los que me he acordado bastante a lo largo del juego). Complica más que cualquier otra cosa el videojuego, ya que la perspectiva con la afrontas las plataformas es clave, y es normal morir por no tenerla ajustada. Desesperante, más de una vez he perdido todas las vidas por algún nivel que se me ha complicado más de la cuenta, y con la frustración de cagarla más y más con la cámara. Por este motivo es muy probable que no vuelva a jugar Super Mario 64 más (el de DS sí quiero probarlo xD).

Está claro que se puede llegar a dominar y ganar un flow brutal con los movimientos de Mario, a la vista están los speedrun, pero exige demasiado debido a su implementación tan primigenia. Algo que es lógico que falle, pero que no quita cómo se siente con los ojos de 2021.

Última mención también a los bosses del juego. Los Mario que he jugado no han destacado especialmente por ellos nunca, hay alguno mejor pero no suele ser su punto fuerte. Aquí pasa lo mismo, y un poco cagada eso de tener 3 Bowser que se derrotan exactamente de la misma manera.

En fin, juego capital que probablemente adelantó a la industria en no pocos años en lo que videojuegos 3D se refiere, sigue siendo disfrutable hasta cierto punto, pero ha envejecido, como es normal, en muchos aspectos. Mínimo hay que jugarlo 1 vez, eso sí es así.

Reviewed on Jul 25, 2021


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