“Este es el último intento de fuga que hago y lo dejo” Eso dijiste hace 5 horas.
Después de jugar Returnal no quería volver a jugar un Roguelite porque no esperaba encontrar uno a la altura. Ahora, jugado Hades, no quiero jugar otro Roguelite porque no sé si estará a su altura.
Porque Hades es un juego difícil, pero sobre todo es adictivo. Con una jugabilidad sencilla pero que funciona, hace que cada partida sea única y sea el jugador quien deba adaptarse a las circunstancias y al entorno. Me encanta. No existe la planificación más que la arma que hayas elegido al principio.

Quizás el único “pero” que le pongo, es que cuando lo dominas puede llegar a ser algo repetitivo. Pero para cuando te pase eso habrás disfrutado una buenísima experiencia.

Nota final: 9