Silent Hill: Origins is the fifth installment in the Silent Hill survival horror series, and a prequel to the original game. As in the previous entries, the player move back and forth between nightmare and real versions of the town, gathering items used to solve puzzles and open up new areas. Monsters of various types provide obstacles and, in series tradition, are mostly disturbingly twisted versions of humanity. The main character can fight with his bare fists or use melee weapons. Unlike previous games in the series, melee weapons break after a time. There are also one-shot items that can be thrown and several guns. There is no HUD, but the edge of the screen turns red when the protagonist is near death.
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QUIERO Y NO PUEDO SER SILENT HILL
El único Silent Hill Occidental que quiso mantener las características clásicas de la saga en cuanto a diseño y jugabilidad, pero no consiguió estar a la altura de sus hermanos mayores.
Los aspectos positivos están en las mejoras jugables; uso de espejos para intercalar entre mundo de niebla y óxido, y la característica del desgaste de las armas y poder usar objetos del entorno como cajas para lanzarlas a los enemigos.
Sin embargo, perdieron la parte más importante de esta saga, la sensación de terror. Es difícil de explicar, pero no sientes lo mismo que cuando juegas los títulos hechos por el Team Silent, una gran ausencia de sutileza, de silencio y de ambiente por hacerlo todo muy directo. Pese a que Yamaoka intenta mejorar lo que puede con su maestría en la música, no consigue darte las mismas sensaciones.
Tal vez si no se hubiesen tenido que ligar a las exigencias de Konami podrían haber dado un título más redondo, puesto que la historia de Travis es de lo más interesante que posee el juego, pero sus intentos de ligarlo con el primer Silent Hill y usando aspectos de la película solo empañan el resultado final.
El único Silent Hill Occidental que quiso mantener las características clásicas de la saga en cuanto a diseño y jugabilidad, pero no consiguió estar a la altura de sus hermanos mayores.
Los aspectos positivos están en las mejoras jugables; uso de espejos para intercalar entre mundo de niebla y óxido, y la característica del desgaste de las armas y poder usar objetos del entorno como cajas para lanzarlas a los enemigos.
Sin embargo, perdieron la parte más importante de esta saga, la sensación de terror. Es difícil de explicar, pero no sientes lo mismo que cuando juegas los títulos hechos por el Team Silent, una gran ausencia de sutileza, de silencio y de ambiente por hacerlo todo muy directo. Pese a que Yamaoka intenta mejorar lo que puede con su maestría en la música, no consigue darte las mismas sensaciones.
Tal vez si no se hubiesen tenido que ligar a las exigencias de Konami podrían haber dado un título más redondo, puesto que la historia de Travis es de lo más interesante que posee el juego, pero sus intentos de ligarlo con el primer Silent Hill y usando aspectos de la película solo empañan el resultado final.