Este juego, al contrario de lo que muchos pudieran pensar, no es un simulador de cirugía. Es cierto que la base del juego consiste en operar diferentes órganos y enfermedades haciendo uso de la pantalla táctil, pero en sí se trata de un juego que, ante todo, tiene una historia a seguir, oscura y profunda, así como atrayente. Sus personajes te atraparán más que el propio sistema de juego, y difícilmente la historia no te enganchará, querrás ver más y hasta donde llega y cómo concluye. Pero, si lo que buscas es un simulador puro y duro de cirugía, es posible que este juego te deje un sabor raro de boca.

No es nada habitual encontrar un juego de Bomberman en el que no puedes poner bombas, pero éste es el vivo ejemplo de que se puede romper con el gimmick principal de toda una franquicia y aún así hacer un buen juego. Este juego tiene una historia muy sencilla y nada profunda, pero esa sencillez le aporta una calidez extra a este divertido juego en el que nos tendremos que enfrentar a un sinfín de minijuegos diferentes de todo tipo para poder desbloquear nuevas áreas del mapa con aún más minijuegos. Parece que la diversión nunca vaya a acabar aquí.