La versión más pulida del primer juego, básicamente. La similitud es evidente incluso en la trama, que en este caso no puede evitar sentirse como un déjà vu (sí, como Vigrid) de la primera entrega, sólo que definitivamente menos inspirado pero igualmente trabajado para dar profundidad a los acontecimientos, lo cual nunca está de más y se agradece.

Por el lado jugable hablamos de uno de los hack n slash más refinados en su forma. Por una parte, con respecto a la primera entrega, es un juego definitivamente más accesible, pero por otra las asperezas que tenían que ver con el diseño de los enfrentamientos fueron en su mayoría suprimidas y el sistema de trofeos, los ítems y su creación/compra, las armas (aunque no haya podido probarlas todas aún), etc. fueron en definitiva reformados para entregar una experiencia de juego mucho más justa y diversa. Suele decirse que aquello que funciona no debería cambiarse sustancialmente, y es precisamente lo que hace este juego aún logrando una experiencia renovada e intensa.