Si, le estoy dando cinco estrellas a la secuela de Kane & Lynch y ahora mis reseñas están en español, aquí hacemos de todo. Soy de Argentina y el inglés se me da mal, así que ahora voy a limitarme a escribir en este idioma.
Kane & Lynch 2: Dog Days es una obra maestra, hace mucho tiempo que no jugaba a un juego tan interesante y lo digo en serio. Si bien la primera parte de esta saga fue un título bastante irregular y esta entrega fue recibida de manera fría y pasó sin pena ni gloria por Xbox 360 y Ps3, hay suficientes elementos en este título para que pueda ser considerada como una de esas pequeñas joyas que no se ven muy a menudo.
A grandes rasgos esta es una obra sobre la violencia y es crítica con su propio medio. El juego fue criticado en su momento porque los protagonistas no son carismáticos, la historia es caótico y el apartado visual tiene el encanto de un borracho vomitando en la acera, la cámara se vuelve loca cuando corremos y durante todo el la sensación de malestar acompaña al usuario.
Lo bueno es que esto no sólo es intencional sino que el juego depende mucho de su apartado visual, que hace parecer que toda la historia ha sido grabada con una cámara de baja calidad de finales de los 90s o principio de los 2000s, imitando al cine de serie B de ésa época, si han visto cintas como Love & Pop o Visitor Q entenderán a lo que me refiero.
Es precisamente en esa estética sucia donde está la gracia, al ser todo tan crudo y explícito, el que se vea como imagen de archivo no solo encapsula perfectamente una época sino que también sirve para ser críticos con la violencia.
En los videojuegos estamos acostumbrados a que el verbo principal sea la violencia, y muchas veces esta es romantizada. Los protagonistas que son esencialmente asesinos, se ven engrandecidos y el jugador pasa por alto los actos de este al ser su carisma una herramienta importante para que el jugador empatice con su avatar. Kane & Lynch rechaza esto completamente, los protagonistas son dos psicópatas sin ningún tipo de carisma, son desagradables, matan y se aprovechan de los Inocentes, careciendo de ése límite moral que suelen tener los criminales en los videojuegos. Kane y Lynch son dos hombres que sólo saben expresarse a través de la violencia, no muy diferentes, en cierta medida, a los jugadores, que en la mayoría de los casos, las ofertas de juego que encuentren allí fuera, sobre todo en la industria triple A, sean aquellas obras en las que se consiga la victoria por medio de la imposición de la violencia, presentándose esta como único medio para lograr sus objetivos.
Lo que tiene que decir esta obra es que la violencia no es divertida, los protagonistas del videojuego no son ejemplos, y es por eso que este título es tan horrible de experimentar.
Fue uno de esos juegos post 2010 que intentó deconstruir el medio y reflexionar sobre la naturaleza del videojuego en relación a la violencia. Desde mi punto de vista ocupa un lugar al lado de Spec Ops: The Line, Max Payne 3, o Hotline Miami.
Después del 2013 este tipo de juegos parece haber desaparecido y el debate está un poco olvidado hoy en día, a penas tocándose en algunos trabajos como Disco Elysium y alguna que otra obra más independiente.
Si quieres jugar a algo original, que no dure mucho y que ofrezca un apartado visual único, encarecidamente recomiendo Kane & Lynch 2.