El único juego que tiene el honor de hacerme mirar guía en sus primeros dos minutos para saber cómo avanzar. La distribución de los controles y el control mismo del personaje es de lo más horripilante que uno puede echarse a la cara. Espero que la persona que tuviese la idea de poner el batigancho en el botón select y que para subir con él tuvieses que pulsar select+arriba de forma muy específica haya dormido tranquila los últimos 30 años.

La IA de los enemigos es miserable, las hitboxes un chiste y el moveset te hace sentir como el cuello de Michael Keaton en el traje del hombre murciélago.

Las pantallas de carga entre fases sirven para dar el toque final, la cerecita al pastel de miseria que supone esta experiencia ominosa.

Una adaptación muy fiel del espíritu de la película al videojuego.

Por una parte, infancia, aventura, descubrimiento, superación, amor, amistad y muchísimo carisma y humor.

Por otra, un combate con un desbalanceo espectacular, y un mapa gargantuescamente grande que lleva a una desorientación constante, y a vagar constantemente por todo el mapa para descubrir qué hacer y dónde ir. Pasarlo sin guía para ciertas cosas ha sido más duro de lo que pensé.

Aún así, voy a guardar Mother con mucho cariño en un rinconcito de mi corazón, y voy a entrar a Earthbound con los dientes por delante.

¿La traducción? Impecable.

¿El juego? Pecable.

Tomas todo lo que me gusta, lo metes en una licuadora, lo mezclas a la perfección y tienes Hi-Fi Rush.

No necesita castigarte al no seguir el ritmo porque clava todo para que hacerlo sin que te lo pida sea de lo más satisfactorio.

Es un juego en el que suena Free Radicals en una pelea de jefe y la versión de la canción destinada a evitar el copyright se llama Captive Normals. No puedo no amarlo. It's my hole, it was made for me.

Esto se ve absolutamente precioso. No puedo esperar a jugarlo.

Lo juega

Podemos echar de menos un lugar que ya no existe, y también a aquellos que ya no están, pero la vida sigue. Podemos conectar con otros, encontrar un hogar. Siempre tenemos la oportunidad de aceptar el dolor, la oportunidad de empezar algo nuevo.

Un dlc con bastantes elementos interesantes que potencia algunas de las peores partes del juego base. La tienda que da nombre al título iba perdiendo importancia en la campaña a medida que las mejoras se acababan y la cantidad de dinero subía como la espuma, aquí directamente es anecdótica. La abres, ganas 3 millones en 5 minutos y hasta que las mejoras no se coman tus monedas permanecerá cerrada.
Hay objetos muy raros que solo sueltan ciertos enemigos en la mazmorra final (en algunos casos solo un tipo de enemigo y ni siquiera siempre, puede tener un %), haciendo que el grindeo sea extremadamente alto dependiendo del arma que se quiera conseguir.

Llegar a estas alturas con Banban debería hacernos sentir sucios. ¿Qué agua nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio, qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?

Está hecho con tan pocas ganas que para 5 imágenes cochinas que tiene las han hecho con IA. No merece la pena jugarlo ni con el tiempo de otro.

La unica pega que le puedo poner es que en la versión original Lucky corre a cuatro patas y en esta por algún motivo lo han dejado bípedo durante toda la aventura.

Quitando ese detalle es un plataformas colorido, simpático, divertido y con una variedad constante que aprovecha muy bien todas sus mecánicas y permite usarlas con creatividad para recorrer la mayoría de los niveles. Una revisión del título original que reordena, rehace, añade y retoca para hacerlo una experiencia más pulida y fresca.

Si en Playful sacan una secuela voy de cabeza.

Es hermoso. Es tan hermoso en todo lo que se propone que no tengo palabras. Todo lo que son los souls está aquí, con elementos que no se han vuelto a ver en ningún otro.

Puedes haber jugado otras entregas de From antes y aún así Demon's Souls se siente fresco, se siente innovador, se siente rompedor. Tiene una atmósfera atrapante, con una sensación de mundo abrumadora y todo lo que cuenta está lleno de significado. Al terminarlo no queda otra impresión más que la de haber experimentado algo realmente especial.

YOU HAVE A HEART OF GOLD
DON'T LET THEM TAKE IT FROM YOU

Audiovisualmente el juego es una pasada, y ese T-Rex sigue luciendo espectacular.

Ahora, es un tragamonedas descarado y sin ningún tipo de vergüenza. Los arcades dependen en gran medida de la habilidad y, teóricamente, un jugador muy bueno o que se sepa el recorrido muy bien podría completarlos con una sola vida. Esto es imposible aquí, da igual lo bueno que seas, lo rápido que dispares o que un amigo te ayude. Vas a comer daño de forma inevitable durante todo el juego.

Emulado con un ratón y una precisión y cadencia de disparo mayor ya es descarado, en el propio arcade la experiencia ha de ser aún peor. Por suerte está el arcade de Jurassic Park 2: The lost world, que es una experiencia infinitamente más gratificante, variada y justa.

Un añadido descomunal de contenido que solo flaquea en el apartado visual. Este resulta algo desprolijo en varias pistas, en las que realmente se nota que no está cerca de la calidad de los circuitos originales. También hay demasiadas pistas de ciudad y, aunque son muy chulas con lugares característicos de la ciudad en cuestión, muchas de ellas se sienten demasiado parecidas entre sí.