Resident Evil 4 Remake (2023): Es un gran juego, pero en la conversión pierde toda la identidad del original. Quitar las partes trambólicas no convierte tu trama en seria, sólo hace más visibles sus costuras e incoherencias. Aún así, es un remake valiente y aprecio su existencia. Gran juego aunque le pese demasiado el nombre (8,25)

X-Men 2: Clone Wars (1995): A nivel técnico uno de los juegos más potentes de Mega Drive, pero un gameplay justito. Más plataformas laberíntico que Metroidvania, a cada nivel se va desinflando un poco más hasta la mediocridad. Aún así, su buen comienzo y sus geniales y variados personajes lo compensan (6,60)

The Secret of Monkey Island (1990): Un juego muy especial para mi, ya que de niño fue mi primer juego junto a mi padre, y de adulto lo he disfrutado más aún. Verdadera obra maestra, si no es la mejor aventura gráfica de la historia, es porque existe Monkey Island 2 (9,50)

Mortal Kombat (2011): Será por haberme criado con Tekken y en menor medida Street Fighter, pero salvo el gore y la violencia, no le veo la gracia a esta saga. Los personajes apenas me parecen atractivos, y el gameplay apenas me seduce. Es cierto que fue una buena base para los MK que vendrían después, pero poco más (6,05)

Ratchet & Clank All 4 One (2011): Acabaría cogiéndole gusto a la saga, y sin ser de mis favoritas, sí me parecen juegos muy entretenidos y disfrutables. Este en cambio, más mal que bien, supongo que por el hecho de jugar sólo un juego tan pensado para el cooperativo (5,30)

Tekken Tag Tournament 2 (2011): Quedar para jugar a el, crear torneos, hacerlo punto de reunión. Uno de los más redondos juegos de lucha de la historia, con un plantel inigualable que agrupaba a toda la franquicia. Memorable (9,05)

Fifa 13 (2012): Mejor fifa de la historia, y juego al que más horas le he echado, de los que mejor se me ha dado, y que más he rentabilizado. El perfecto equilibrio entre una jugabilidad pulida y la (por ahora) irrelevancia del pay-to-win de los cromos. Giovinco (7,85)

Tekken Revolution (2013): Free to play que me descargué para saciar mi mono de Tekken hasta que me compré el tag 2. Estaba bien, resultón, lo que se podía esperar de una franquicia consolidada. Sin modo historia y con límite de partidas gratis, pero competente (5,70)

Jetpack Joyride (2011): Típico juego de móvil, muy entretenido, pero que tampoco gozaba de gran profundidad. Es cierto que dentro de su estilo hay pocos tan adictivos y que entretengan tanto con una premisa tan tonta (7,30)

Jetpack Joyride (2011): Típico juego de móvil, muy entretenido, pero que tampoco gozaba de gran profundidad. Es cierto que dentro de su estilo hay pocos tan adictivos y que entretengan tanto con una premisa tan tonta (7,30)

Tekken 6 (2007): La mejor saga de lucha, y un juego más que competente. A posteriori vi que era muy similar al 5, y que el tag 2 mejoraba todo y mucho, pero estando ausente desde el 3, me sorprendió muy gratamente. El modo historia no estaba mal del todo (8,05)

Burnout Paradise (2008): De los mejores juegos de conducción arcade, más que competente y entretenido, y que popularizó los mundos abiertos en la conducción con muy buena mano. Peor que el Burnout 3, eso sí, claro. (7,50)

Midnight Deluxe (2018): Un juego de broma, que casi no se puede considerar ni juego. Controles reguleros, y se completa en menos de media hora. Jugabilidad pura, y ni aún así está pulida (2,65)

Blue Dragon (2007): Esperaba encontrarme un Final Fantasy, y aunque más parecido a Dragon Quest, lo disfruté un montón y aún recuerdo su magnífico sistema de combate. Lástima que los protagonistas tengan menos carisma que una patata, y que Toriyama dibuje siempre igual (8,55)

Life is Strange: Before the Storm (2017): Aunque con un guión con más agujeros que un queso de gruyer, Cloe, su evolución y sus dilemas internos, de una buena persona atrapada por sus circunstancias, me ganó por completo. Por momentos incluso mejor que el primero (7,50)