Uno de los mejores mundos abiertos de los últimos años atrapado en un videojuego con mecánicas de hace dos décadas y un motor de físicas que ya no da para más. Lo mejor es la exploración del mapa y las constantes sorpresas que te ofrece. Lo peor los jefes aburridos, el contenido clónico y lo injustos que son algunos combates. Me duele mucho no poder darle mejor nota, pero he tenido una experiencia muy extraña con este juego. Está muy bien, pero no es una obra maestra.

Obra maestra, el mejor Souls de la trilogía, el más divertido y al mismo tiempo el más accesible. Si le perdonas dos zonas contadas un poco tocacojones, es un juego redondo.

El mejor videojuego de fútbol de todos los tiempos. Para tratarse de un producto de 2006, tenemos un juego inmenso, con una personalización tremenda, un control inmejorable y encima el online sigue yendo de lujo. Diversión por encima de realismo, y eso siempre es bueno.

No inventa nada, pero lo hace todo bien. Es probablemente el juego más bonito que he jugado en muchísimo tiempo y tiene una dificultad desafiante pero nunca injusta o frustrante. Pequeña joya indie.

Hace muy bien su trabajo de plantear una alternativa jugable al estancamiento que sufre esta saga, pero ni el apartado artístico, ni el narrativo y ni siquiera el jugable en algunos casos acompañan la experiencia. Es el camino, pero falta pulirlo.

Ha envejecido sorprendentemente bien. Si le perdonas las limitaciones técnicas de Game Boy, estamos ante un juego inmensamente grande, divertido y original.

Si World era realismo e inmersión, Rise es caos, diversión y cachondeo. Una experiencia multijugador épica, entretenida y súper recomendada para los nuevos en esta saga.

Uno de los mejores Megaman-Like de la historia. Artísticamente es tremendo y cuenta con contenido para aburrir. La banda sonora es Jesucristo.

Casi una obra maestra, visualmente precioso, historia sencilla pero cargada de emociones fuertes y conflictos morales interesantes y sistema de combate alucinante.