Alguien en mi Twitter dijo que "la única diferencia entre OlliOlli World y las drogas duras es que el primero es más barato" y la verdad es que es buena review.

Acudes al nuevo menú de un famoso restaurante. Sabes por tus anteriores visitas que su estilo no es tu preferido, pero oye, sabes apreciarlo igualmente.
Y van sacando platos.
Inicialmente estás encantado, tiene un sentido de libertad que le sienta genial, y buscas por los rincones, intentando saborear cada bocado. Incluso los siguientes platos los disfrutas mucho también, aunque empiezas a no dedicarles una atención tan minuciosa porque no te quieres saturar.
Pero los platos no dejan de salir.
Ya estás comiendo más rápido, porque quieres acabarte ese menú y no quieres darte tanto tiempo a llenarte.
Pero todavía hay más.
Los ingredientes y conceptos empiezan a repetirse, e incluso alguno de estos platos cojea un poquito en la técnica. La calidad sigue siendo muy alta, pero ya estás pensando en cuánto queda.
Y siguen viniendo platos.
Aunque no habría nada de malo en ello, no quieres irte sin comer un poco de cada plato, así que pasas a picotear de cada plato, lo suficiente para ver cómo es, antes de pasar al siguiente.
Y cuando por fin acabas el menú con unos platos finales que también son muy buenos, ya no sientes tanto disfrute por la comida como alivio por haber acabado.

Pues más o menos esa ha sido mi experiencia con Elden Ring.
Sé que habría sido distinto si su estilo hubiera encajado más con mis preferencias, pero igualmente creo que se les ha ido la mano con la escala. Cuántas catacumbas clónicas, cuántas cuevas con algún gimmick frustrante que hace que les dediques horas en lugar de minutos. Y hacia el final, cuánto (para mi gusto) jefe reutilizado como enemigo común, cuánto enemigo puesto a mala baba para que un pasillo cualquiera se convierta en un escollo donde buscas cuál es la forma menos costosa de pasar.
Pero aún con todo, qué mundo tan bien hecho, qué trasfondo tan bueno, qué primeras cuarenta horas.

Todavía he jugado solo una o dos horas, pero a un juego que hace lo que ya he visto que hace no puedo ponerle menos de cinco estrellas

El diseño de niveles creo que podría ser más fluído, no me gusta cómo encajan sus intentos de sigilo (opcionales, por suerte), la cámara da problemas a veces y tiene alguna que otra cosilla más.

Pero cuando es el juego más extra que he jugado en mi vida, eso pesa más que todo lo demás junto. (Y bueno, que el gameplay es cremita)

El espíritu de los juegos flash vive, la lucha sigue.

2020

Que vivan los quirky Earthbound-inspired indie RPGs.

Un RPG sencillito con tintes de terror que són utilizados para potenciar su historia (tampoco veo cómo desarrollarlo más sin entrar en spoilers). El estilo artístico de los combates e ilustraciones es una pasada, y la historia toca sus temas de una forma que me ha gustado mucho (haced caso a los content warnings si creéis que os pueden afectar).

No le pongo más nota porque las sidequests me parecían un poco pegote, y creo que hay demasiada proporción de "RPG feliz" que puede sentirse como un trámite cuando quieres ver cómo sigue desarrollándose la chicha, pero creo que me ha pesado un poco más por haberlo jugado a cachos a lo largo de un año.

Muy recomendado, y esta semana mismo lo tenéis para consolas

Pienso jugar cada juego que saque Ojiro Fumoto y estoy seguros de que todos van a ser droga.

Me emocionó antes incluso de acabar el capítulo 1 (y mucho más en el final del 5, una secuencia absolutamente sobresaliente), su lore no está mal y sus protagonistas me parecen de lo mejor que he visto nunca: son carismáticos, hablan sobre sus inseguridades (!), están muy bien definidos y ves cómo evolucionan, tanto ellos como sus relaciones interpersonales.

Si el juego fuera como sus mejores cualidades, sería uno de mis juegos favoritos.

PERO (hablo indirectamente de spoilers del final. Nada concreto pero contadlo como AVISO DE SPOILERS)
Se han pasado de frenada con la escala del mundo. Y además, siento que las zonas que he tenido que atravesar para la historia han sido en su mayoría muy parecidas, mientras que en el 1 y 2 siempre destacaban muy por encima un par de sitios.
Las misiones de héroes, a pesar de ser más cinemáticas, me hacían ver cierta disonancia tonal. Las sentía como deberes durante los cuales el juego era peor. Y no hablemos de las veces que la historia te obliga a hacer misiones de héroe, pero sin darles el peso que tiene el resto de la historia.

Pero sobre todo... tras su punto álgido, el juego parece poner el piloto automático. Los personajes dejan de sentir el peso de lo sucedido, dejan de tener esas conversaciones sobre lo que piensan, porque "va tocando cerrar esto".
Especialmente, aunque el final tiene sentido e incluso encaja con buena parte del foreshadowing, llegué a él pensando que iba a suceder una cosa distinta, pensaba que los personajes iban a hacer una cosa distinta, ¡y me enteré en medio de la cinemática final! ¿Cómo puede suceder eso en un juego que antes lo hacía todo tan bien en estas cosas? ¿Cómo es que no hablan sobre esto hasta el punto de que llegas a su final y tus protagonistas saben algo que tú no? (Y por lo que veo, es una percepción relativamente frecuente)

En fin, no sé qué pasó aquí, me ha dado pena porque los dos Xenoblade numerados + Torna me gustan muchísimo, y este juego prometía mucho también. Pero no sé, da la sensación de que abarca mucho y acaba no sabiendo priorizar.
Veremos el DLC, que a saber de qué va.

A nivel técnico, es inexcusable sacar así un juego de Pokémon, como lo será el hecho de que (muy probablemente) no reciba parches técnicos.

En todo lo demás... bravo.
Los líderes son súper carismáticos, me encanta que los hayan presentado como gente con su propio trabajo y que se dedica a ser líder como quien entrena futbito en los ratos libres.
La región está algo vacía porque lo que encuentras explorando son los mismos pokémon que si no exploras, pero es una gozada recorrerla.
Los diseños nuevos... varían, pero tienen a Tinkaton.
Pero al final... la música, los coprotagonistas, la historia, la recta final... esto es lo mejor que ha dado la saga Pokémon en esos tres aspectos.

Mi vida era peor antes de tener en ella una fusión de Crypt of the Necrodancer, un character action y una serie de dibujos de la década de los 2000, y yo no lo sabía hasta que llegó esta joya.
Y entonces llegas a la escena de la cafetería.

A nivel de gameplay es una delicia dentro de la saga (aunque hacia el final se me ha hecho más fácil), y a nivel de trama y personajes… lo básico que es en ese aspecto empieza inofensivo y tiene alguna cosilla, pero al final le pesa más. En fin, tabien igual, pero quizás habría sido mejor si durase cuatro capítulos menos. En dificultad extrema tiene que brillar todavía más que en difícil, eso sí

Es un buffet asombrosamente bueno del que me he empachado un poco (como con BotW, al que sí creo que supera), pero su último plato ha sido espectacular.

Pero claro, es que yo siempre he preferido los menús a los buffets.

Poco misterio: un juego de terror japonés de unos 60-90 minutos que consigue acojonarte mucho más con la atmósfera y lo que no ves que con sus (contadísimos) jumpscares.

Buena mandanga, aunque qué mal lo he pasado.