Quién me iba a decir que acabaría enganchadísimo a un juego de cartas para móviles. Llegué por Marvel, pero me quedé por el diseño tremendo que permite que las partidas sigan siendo divertidísimas un mes más tarde.

El sistema de progresión necesita un repaso enorme, sí (sobre todo a nivel de desbloqueo de las monedas y de precio de los cosméticos, el pase en sí sube a buen ritmo). Pero es que el juego es Mi Juego Multijugador en línea, y además vuelve a ser tan divertido como en sus inicios. Me alegro de haber vuelto a poder disfrutar con él de forma tan constante.

A ver si van mejorando el sistema F2P con las temporadas succesivas y puedo volver a añadirle esa última estrella, que le habría puesto sin dudar en 2016.

Este es probablemente el juego que más he esperado en toda mi vida. Al menos en cuanto a años que han pasado desde que terminé por primera vez la segunda parte. No era realmente consicente de ello, porque creo que toda esperanza de que existiera algún día desapareció cuando Disney compró Lucasfilm y las licencias de Lucasarts se quedaron en el fondo del baúl.

Pero existe. Lo he jugado. Y ha sido todo lo podría haber esperado y más.

Return to Monkey Island es un Monkey Island excelente, que recupera el encanto, el humor hilarante, los maravillosos puzzles y esa atmósfera tan única que se fue diluyendo en las secuelas posteriores a la segunda entrega.

Pero es que también es probablemente una de las mejores aventuras gráficas jamás diseñadas, en las que la gran mayoría de puzzles son increíblemente intuitivos sin ser demasiado simples, y con un nivel de ambición demencial. Una evolución definitiva del género de la mano de algunos de los nombres más influyentes de su historia.

Y por si fuera poco, es una de las mejores reflexiones sobre el legado y la nostalgia que he visto en una época en la que la cultura pop está obsesionada con ambos temas.

No tengo palabras para agradecer lo suficiente a Gilbert, a Grossman y a todo su equipo por el trabajo que ha hecho con este juego. No hace una hora que he acabado, y sé que acabo de terminar uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos. Gracias, gracias, gracias.

¡Y se acabó mi maratón de la saga completa, justo una semana antes del lanzamiento de Return!

Tales es un soplo de aire fresco tras Escape, sin llegar tampoco al nivel de las tres otras entregas (sí, Curse se me está reposando genial). Es el juego menos gracioso de la saga, tirando por un humor de dibujo animado infantil menos hilarante, pero lo compensa apostando por un enfoque de Serial de Aventuras de Monkey Island bastante refrescante. Tomarse tan "en serio" el mundo de MI y su lore tal vez no sea mi opción favorita en esta saga, pero no se puede negar que aquí funciona, dando para la historia más completa y llena de peripecias de la saga.

A nivel de puzzles, el juego tarda un par de capítulos en empezar a cuajar, pero cuando lo hace da para secuencias realmente ingneniosas. Creo que está en su cénit en los capítulos 3 y 4, que tienen tanto los mejores puzzles como las tramas más interesantes del juego (el mejor uso de Stan fuera de los dos juegos de Gilbert).

Su mayor problema acaba siendo el hecho de ser un juego de Telltale. No porque no me vaya el estilo del estudio, me funcionan tanto sus aventuras gráficas convencionales pre-The Walking Dead como las aventuras narrativas posteriores. Pero en este caso la necesidad de vender cada capítulo aparte le acaba pasando factura al juego, porque significa que cada entrega debe durar lo mismo y sentirse como una comida completa.

El resultado es que el juego se hace simplemente demasiado largo y sufre claros problemas de ritmo, demostrando porqué en todas las otras entregas de la saga las distintas partes no duran para nada lo mismo. Por algo me pasé los cuatro otros juegos en dos semanas y este me ha durado meses: para que entre bien, necesitas espaciar los episodios y tomártelo realmente como un serial de aventuras que no está pensado para jugarse del tirón.

Tiene demasiados defectos para ser un juego redondo, pero cuesta echárselo en cara. Queda patente en todo momento que está hecho con mucho cariño por la saga y tiene el corazón donde toca, además de atreverse a probar constantemente situaciones novedosas y creativas para los personajes y el universo. Tal vez no vuelva a rejugarlo pronto, pero me alegro de haberlo hecho una segunda vez, y merece ser recordado como una entrega más que digna.

Segunda entrega de la que ha acabado siendo nuestra saga de visual novels del año.

Lo mío con esta franquicia se está convirtiendo en una relación conflictiva. En ambos casos, han sido juegos que he disfrutado muchísimo, que he vivido muy fuerte (50 horas en dos semanas en este caso)... pero que acaban frustrándome en el último momento y dejándome un sabor agridulce.

Debo decir que este segundo juego lo ha hecho de una forma menos grave que la del primero. Esto se debe a que parte con la gran ventaja de ir mucho más de cara desde el primer momento con que esto es una historia de ciencia ficción que va a dar muchos giros loquísimos. Y durante el 98% del juego, eso le favorece: la trama es, en efecto, mucho más loca, pero al haber establecido unos márgenes más sólidos para ello, esos giros no descolocan tanto como los de la recta final del primero, y me los he gozado.

En esta ocasión, cada personaje es un misterio por sí mismo y el proceso de ir descubriendo en cada ruta lo que esconden es muy satisfactorio. Da para un ritmo de revelaciones constante en la que todas encajan de maravilla. Esta entrega está construída desde el primer momento para aprovechar mucho más todo el sistema de las rutas, y creo que el uso que se le da es de las maneras más interesantes de narrar un videojuego que he visto. Esta visual novel no podría contarse en otro medio de forma tan efectiva, y eso es algo que aprecio mucho.

Por desgracia, las escape rooms sí que se resienten. Aquí también hay un afán de ir más lejos y hacerlo todo más complejo, pero en este caso no le beneficia. Rara ha sido la sala en la que no acabemos teniendo que mirar guía para resolver al menos uno de los puzzles porque pedía un salto de lógica demasiado grande.

Pero al final ese aspecto es lo de menos, incluso arguentaría que en este juego están más de atrezzo y que la verdadera mécanica jugable es entender entre qué rutas toca saltar para avanzar. Estaba listo pese a ello a marcarle un rico nueve a este juego... Y entonces ha llegado el final.

Un final en el que tras incontables revelaciones que me habían encantado y encajado perfectamente, acaban introduciendo la que da la vuelta de más sobre sí misma. Me da la sensación de que a esta saga le gusta demasiado dar esa última vuelta de tuerca final con tal de siempre pillar al jugador desprevenido con algo. Aunque en este caso arruina menos el conjunto porque no introduce un cambio de tono tan brusco como en el primer juego, sí que resulta demasiado confuso y además provoca que un par de aspectos que no acaben de encajar, lo cual se hace raro tras el cuidado con el que estaba construida la trama hasta aquí. En este caso también tiene la excusa de que deja abiertas bastantes cosas de cara a la tercera parte, pero a la espera de jugar a ese juego, siento que no me compensará del todo mis problemas con el final de este.

Al final lo importante es que he disfrutado de VLR aún más que su predecesor, a pesar de que al final la nota vuelta a ser la misma. Pese a que me parece mejor juego, el combo de las escape rooms demasiado díficiles y de ese final me lo acaban bajando un puntillo también. A ver si a la tercera va la vencida y puedo amarlo sin reservas.

(Jugado en Switch, que Backloggd no me deja escogerla)

Qué gustazo volver a uno de mis juegos favoritos tras una cantidad sorprendente de años sin tocarlo. Qué decir, es uno de los mejores conceptos de la historia de los videojuegos, ejecutado de manera redonda, con además un humor y un carisma en la narración que no le habría hecho falta pero acaba de encumbrarlo.

Y, de alguna forma, solo es la prueba de concepto que acabaría de explotar con la secuela.

Una visual novel muy potente y adictiva, con un sistema jugable bastante original para el subgénero "personas encerradas en un juego mortal". Queríamos algo que nos despertase las sensaciones de Danganronpa pero fuera completamente diferente y esto lo cumple con creces.

Su mayor punto positivo es que tiene el sistema más cómodo para permitirte explorar múltiples rutas que he visto. Al acabar la primera, accedes a un gráfico que te describe las diferentes posibilidades y te permite saltar directamente a los momentos con decisiones para cambiarlas y explorar otras posibilidades. Todo súper bien montado para que acabes explorando todas las rutas y accedas al final verdadero sin necesitar tirar de guía en ningún momento. Además, las diferentes versiones se complementan muy bien y van construyendo poco a poco un puzzle muy completo.

Por eso es una pena que el final verdadero me acabe dejando con sensaciones tan encontradas. Tras 20 y pico horas desarollando una trama muy bien construida, de repente introduce un elemento enorme de forma demasiado brusca y no se molesta en hacerlo encajar como debería con todo lo establecido anteriormente. No es suficiente para acabar arruinándome la trama, pero sí para dejarme con una sensación agridulce allí donde esperaba estar levitando al ver cómo el juego ataba todos los cabos.

Uf.

Yo he empezado este juego con la mejor mentalidad posible, consciente de que esta era la entrega más criticada de la saga pero dispuesto a ver sus puntos positivos. Me hubiera gustado decir que Monkey Island no tenía ningún juego realmente malo, de verdad. Pero no puedo hacerlo. Es este.

Tampoco es que no haya encontrado esos puntos positivos. Hay puzzles inspirados, especialmente en el primer acto (¡la paradoja temporal!), que en otro juego de la saga podría haber sido muy memorable. Tiene alguna idea chula, como proponer otro villano aparte de LeChuck que tira por otro derroteros. Me gusta también que esta vez la tripulación le dure casi todo el juego a Guybrush en vez de dejarle tirado a la mínima, y el uso de Elaine pese a todo es mejor que el de Curse.

Pero es que son gotitas en medio de un diluvio de cosas que simplemente no funcionan. Para empezar el juego da la peor primera impresión posible entre el abandono de los controles point and click tradicionales y ese apartado gráfico en 3D primigenio absolutamente horrible. Gran parte de los defectos del juego parecerían menores si al menos esos dos elementos no estuvieran allí.

Una vez te acostumbras a ellos, es posible empezar a disfrutar del juego durante la primera mitad, pese a una caracterización de Guybrush bastante fallida, un humor muy flojo y la presencia repentina de chistes rancios que la saga nunca había usado. Y entonces el juego empieza a ir cuesta abajo y sin frenos, con un segundo acto lleno de puzzles mal diseñados y un tercero aún peor y que contiene... el Monkey Kombat.

Mi descenso a la locura con la peor mécanica que he visto jamás implementada en una aventura gráfica ha quedado bien documentado en mi hilo del juego (https://twitter.com/DylanVegaC/status/1517519298717229056). Es... terrible, un concepto que coge la mécanica más mitica de la saga, que funcionaba por su sencillez, y la complica hasta puntos rídiculamente frustrantes. Este elemento es el que ha acabado de suspenderlo para mí.

En fin, menos mal que lo he jugado con la tranquilidad de saber que hay una entrega posterior que me gusta y que Return está en el horizonte. Y estoy contento de poder decir que me he pasado todos los juegos de una de mis sagas favoritas. Pero... nunca más.

Ya era hora de que jugase a este juego, y me alegro de haberlo hecho, porque es un muy buen Monkey Island.

De primeras me ha costado pasar del 2 a este, porque se nota bastante el cambio en el humor y la vuelta un poco precipitada a muchos elementos del primer juego tras la marcha de Gilbert, pero una vez se pone en marcha funciona muy bien. Muy buenos puzzles, un humor algo más bonachón pero que aún así se siente fiel a la saga, personajes nuevos memorables (Murray MVP), muchos momentazos (¡Stan!) y un estílo artístico lleno de carisma.

Se vuelve a desinflar un poco al final, cuando sus ambiciones loables de abrir el melón del final del 2 se le atragantan un poco, pero nada que acabe de arruinar el conjunto. Es una buena entrega de la saga, cosa que ha sido mucho más fácil apreciar sabiendo que Gilbert podrá hacer su secuela finalmente también tras tantos años.

Qué experiencia más especial rejugar a uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos con la paz interior de saber que por fin va a existir la secuela con la que he soñado desde que lo jugué por primera vez.

Es un juego increíble que para mí es el estándar dorado de las segundas partes. Así es cómo se hace una entrega más "oscura", con más mala leche, sin perder en ningún momento el humor y el toque único que caracterizaban al primer juego.

Y además es una de las aventuras gráficas mejores diseñadas que he jugado. Su segunda parte es tan ambiciosa que inevtibalemente cae en uno o dos momentos demasiado complicados, pero por lo general es apablullante y está lleno de puzzles inolvidables. Y ningún otro apartado se queda atrás: la música es probablemente el techo de las aventruas gráficas de Lucas, visualmente es una burrada que sigue siendo preciosa de ver hoy en día e incluso el doblaje de la edición especial es perfecto, con la mejor interpretación de Armato como Guybrush.

Por lo demás es que tiene ese toque único e indescriptible que convierte una obra en una de tus cosas favoritas. Una mezcla de ser exactamente la clase de cosa que te gusta, algo que nunca has vuelto a ver de esta forma en otro sitio, una experiencia que te marcó hondo la primera vez que la vivistes y una sensación de felicidad absoluta a cada vez que vuelves a ella.

Vaya crimen que me haya hecho falta el anuncio de Return para volver a jugar a un juego tan importante para mí tras 10 años. Y ahora a conseguir vivir de aquí septiembre/noviembre esperando que llegue Return, ¿no?

Es un clásico imperecedero, como lo demuestra el hecho de que me enamorase en 2009 teniendo ya casi dos décadas y que me lo haya vuelto a terminar casi una decena de veces desde entonces.

Es un juego redondo, genialmente bien diseñado, con un universo y unos personajes instantanéamente inolvidables. Y sobre todo es increíblemente gracioso, de una forma que te hace preguntarte porqué no hay más comedias en los videojuegos. Tal vez sea porque una de las mejores jamás hechas llegó tan pronto.

Es exactamente lo que promete, la típica secuela de "más y mejor". Y eso es justo lo que quería, porque Zero Dawn ya era una muy buena primera aproximación a este género para Guerilla, así que una versión más refinada solo podía ser una buena noticia.

Y lo es, vaya que si lo es. Un mes jugando cada día varias horas sin cansarme en ningún momento. Esta saga es definitivamente la mejor versión de este tipo de juegos de mundo abierto, al esforzarse en que cada actividad esté cuidada y merezca la pena. Es digno de halago que hayan conseguido mantener eso incluso metiendo bastantes más cosas que hacer que en el primero.

Y de propina con una historia y unas misiones principales y secundarias aún más cuidadas que en la primera entrega. Me gusta muchísimo el toque Mass Effect 2 que le dan a la trama en este. El precio a pagar es que tarda mucho más en cohesionar que en la primera parte, pero cuando lo hace funciona a las mil maravillas. Y además el lore de las tribus nuevas es tan o incluso más interesante que el del primero. Es una delicia ir explorando el mundo a medida que aprendes más de cada región.

Si a todo esto le añadimos un combate que sigue siendo el mejor de este tipo de juegos y muchas mejoras jugables que no reinventan la rueda pero se acumulan hasta parecerte indipensables... Pues una secuela que supera al primero no tanto siendo un salto gigantesco si no simplemente haciendo aún más redonda una fórmula que ya funcionaba.

Me gusta mucho esta saga y tengo muchas ganas de una última dosis en 4/5 años para cerrar la trilogía.

Qué maravilla. Puede que mi uso favorito de bucles temporales en un videojuego, y mira que han habido buenos ejemplos estos últimos años.

No es especialmente sorprendente que me haya atrapado tanto al aportar un enfoque particularmente narrativo y de C-RPG a la fórmula (se notan mucho sus orígenes como mod de Skyrim), pero es que además está increíblemente bien diseñado. Es impresionante como un juego tan complejo y que deja tanta libertad para investigar las diferentes tramas no me ha dejado nunca confundido, consiguiendo acceder a cada uno de los 4 finales sin tirar en ningún momento de guía. Pero es que cada parte de la investigación fluye de forma natural hasta que vas atando todas las piezas casi sin darte cuenta. Y además de propina construye una historia muy interesante y bien escrita con unos personajazos que echaré de menos.

Lo único realmente negativo que puedo decir es que sé que nunca podré rejugarlo experimentándolo como la primera vez, la gran maledicción de los juegos de bucles temporales.

Una auténtica maravilla.

No tengo nada malo que decir de este juego, todo me ha encantado. Es un plataformas muy divertido, artísticamente es precioso, su diseño de niveles es absolutamente increíble y su historia es preciosa.

El mejor juego de Double Fine y me atrevería a decir que también de la carrera de Tim Schafer, incluso contando sus aventuras en LucasArts. Directo a mis juegos favoritos.

Me asustaba un poco que esta fuera la primera entrega no desarollada por Dontnod, pero por suerte eran temores infundados.

Esta saga no falla. Otro gran juego que me ha marcado y que consigue encontrar su propia voz con respecto a las dos entregas principales anteriores. Esta vez el enfoque es bastante más intimista y centrado en los personajes, lo cual encaja genial con el poder empático de Alex.

También le ha sentado genial el hecho de salir entero de golpe, al permitir que los capítulos no tengan que dar una comida completa a cada vez, lo cual le aporta un ritmo excelente.

Muy satisfecho y ojalá tengamos una cuarta entrega por Deck Nine, porque han demostrado estar a la altura y la saga tiene una fórmula infalible para aguantar a largo plazo.